UNA DIVINA VIDA INFERNAL Carlos Ávila Pizzuto Estaba en el consultorio con una de mis clientas más antiguas, Amanda, llevaba ya años que había muerto su esposo y ella me seguía contando lo malvado y duro que él fue con ella, yo me sentí algo molesto e incomodo cuando ella volvía a tocar ese tema, de pronto creía que eso no contribuía a nuestro trabajo juntos y yo tenía una necesidad de darle sentido a nuestro espacio de colaboración. Más que desde un lugar de conciencia, más bien desde mi estar sintiendo esa molestia le dije: “Pasas mucho tiempo quejándote de que él no te amó y yo mucho tiempo tratando de preguntarte si tú lo amaste y me siento frustrado porque tengo necesidad de ser escuchado y no veo que me escuches, vuelves a lo mismo una y otra vez…” Ella me interrumpió porque ya sabía que yo podía continuar un monologo de lamentos por varios minutos más y me dijo: “Edgar, sí te escucho y hasta compré el Arte de Amar de Fromm como lo recome...
Cuentos, reflexiones y demás