En un sueño: Empezamos a aparecernos uno a uno en la aldea. Todo se ve pacifico, cada guerrero viene arrastrando las heridas de sus antiguas batallas. Algunas de esas heridas aun están abiertas y recientes. Corazones cerrados, mentes arrestadas, cuerpos reprimidos. ¡Saldos de luchas anteriores! ¿Qué nos hace pensar que esto será diferente? ¿Los 60 aliados? Quizá por eso nos preocupa que no lleguen todos, que algunos aun no se aparezcan en la aldea. Al final todos llegaron y no todos terminaron. ¡Queremos más guerreros! ¿Qué nos hace pensar que esto será diferente? ¿Quizá los generales que nos guían? ¿Sabrán ellos acompañarnos a felices victorias? ¡Victoria! ¿Cómo se siente? Tranquilidad antes de la batalla. Desesperación ¿Qué planea el enemigo? ¡Comienzan las luchas! Conocer al enemigo, moverse libre y amoroso por dónde el enemigo no se mueve. El enemigo es prisión, no puede dominarnos si somos libres. No todos escapamos a sus flechazos. ¡Oh Herman...
Cuentos, reflexiones y demás