Mejor Así POR CARLOS ÁVILA PIZZUTO El sol encontró un hueco entre la gruesa cortina para anunciarle que la noche ya tenía horas de haber dejado su lugar al día. Él se quejó, quería seguir durmiendo aunque no tenía nada de sueño. Se levantó sin dar muestras de vitalidad, arrastró su pesado cuerpo al baño y se animó a sí mismo a empezar el día con imágenes del desayuno. Se vistió sin bañarse y se preparó cuatro huevos con tocino, pan, leche y jugo. Se los acabó se sintió mal, demasiada comida. Pero ¿Qué puede hacer cuando se siente uno pesado de tanto comer? Buscó en el refrigerador algo ligero para aplacar el malestar, nada como el postre para contrarrestar los malestares de la indigestión. No había muchas cosas ricas, pero encontró un viejo yogur con cereales y plátano. Eso seguro le ayudará, pensó. Se lo comió, estaba muy viejo, tenía burbujas, le gustó que tuviera burbujas. ...
Cuentos, reflexiones y demás