Mejor Así
POR
CARLOS ÁVILA PIZZUTO
El sol encontró un hueco entre la gruesa cortina para anunciarle que la noche ya tenía horas de haber dejado su lugar al día. Él se quejó, quería seguir durmiendo aunque no tenía nada de sueño. Se levantó sin dar muestras de vitalidad, arrastró su pesado cuerpo al baño y se animó a sí mismo a empezar el día con imágenes del desayuno.
Se vistió sin bañarse y se preparó cuatro huevos con tocino, pan, leche y jugo. Se los acabó se sintió mal, demasiada comida.
Pero ¿Qué puede hacer cuando se siente uno pesado de tanto comer? Buscó en el refrigerador algo ligero para aplacar el malestar, nada como el postre para contrarrestar los malestares de la indigestión. No había muchas cosas ricas, pero encontró un viejo yogur con cereales y plátano. Eso seguro le ayudará, pensó.
Se lo comió, estaba muy viejo, tenía burbujas, le gustó que tuviera burbujas.
¡Intoxicación!
Tenía que trabajar, pero estaba mareado, sudando frío, le bajó la presión según su propio diagnóstico y se tuvo que recostar. Cerró sus ojos y tuvo un poderoso delirio.
Una potente explosión, luz, brillo intenso, poder creador, divino soplido; galaxias, estrellas, soles,planetas bombardeados por asteroides; la tierra separándose de la luna, construyendo una órbita estable; el agua, la vida, la reproducción , la evolución; Eva dándole razón a Adán; la búsqueda del ser humano de su verdad, Platón, Lao Tse, Zaratustra, Buda, Jesús, Mahoma, Nietzsche, Einstein; besos, caricias, deseo, concepción; él, nacimiento, la luz: ¡Vida!
Tadeo se despertó agitado y pensando: ¡Todo eso tuvo que ocurrir para que yo existiera! ¿Y yo? Encerrado en mi cuarto programando sistemas, sin ver a nadie, sin amar a nadie, sin conocer el océano, sin probar el sabor de los labios de ella, sin celebrar la creación...
Trató de levantarse pero su panza le pasaba demasiado, se volvió a recostar y se dijo a sí mismo: "ojalá esta vez tenga un sueño más calmado." Cerró los ojos y durmió.
#TransformandoAlMonstruo
Cuento 1
Comentarios