La queja es unánime y dice: En México no hay seguridad. Lo que queda es sentir miedo. Parece que no queda más que negarnos a celebrar a la Patria cuando la Patria falla en satisfacer nuestra necesidad de sentirnos seguros. Pero ¿Qué es la Patria? ¿Nuestro gobierno? Parece que la lucha contra el crimen es a lo que solemos atribuir la inseguridad. ¿Entonces debemos de aceptar el crimen? Entonces ¿Dónde quedan nuestras garantías individuales? O ¿La Patria es un ente abstracto que es como una madre protectora que debe cuidarnos y dejarnos ser felices? Si es así, si es como una diosa pues está bien que no la celebremos porque ha dejado de cuidarnos. Pero ¿Y si la Patria somos todos?
Cito a Thoreau en Walden:
“Les hablo principalmente a la gran cantidad de
hombres que están disconformes, y que se quejan ociosamente de la
dureza de sus destinos, o de los tiempos en que viven, siendo que
tienen la posibilidad de mejorarlos.”
Si la Patria somos todos, en vez de la queja estéril te invito a participar en ver cómo tu trabajo puede ser algo más que satisfacer deseos de codicia. El que abusa legalmente está contribuyendo a la inseguridad, el que maltrata al personal, el que valora más un I Pad que la vida, el que contamina, el que enseña a sus hijos a odiar es parte de esta Patria. La Patria la hemos hecho gobiernos pasados, gobiernos presentes y los ciudadanos.
Transformar la queja en el trabajo amoroso de contribuir al desarrollo de todos, no sólo de México, de todos, es vivir haciéndonos cargo del momento histórico que nos toca como mexicanos y cómo ciudadanos de un planeta en riesgo de no poder sustentar la vida humana.
No creo en la violencia o en la prohibición como soluciones, creo en que la salida es crear una cultura e respeto. Quienes no podemos ser respetuosos de los otros y del mundo, somos parte de esta cultura de violencia e inseguridad. Y celebro a México con una repetida e ignorada frase de Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Empezando por no valorar más un celular que el derecho humano a la vida. (No lo digo, sólo, por el joven que mata para robar un celular, lo digo, también, por aquellos que con tal de tener I Phone juegan el juego del abuso.)
carlos avila
Cito a Thoreau en Walden:
“Les hablo principalmente a la gran cantidad de
hombres que están disconformes, y que se quejan ociosamente de la
dureza de sus destinos, o de los tiempos en que viven, siendo que
tienen la posibilidad de mejorarlos.”
Si la Patria somos todos, en vez de la queja estéril te invito a participar en ver cómo tu trabajo puede ser algo más que satisfacer deseos de codicia. El que abusa legalmente está contribuyendo a la inseguridad, el que maltrata al personal, el que valora más un I Pad que la vida, el que contamina, el que enseña a sus hijos a odiar es parte de esta Patria. La Patria la hemos hecho gobiernos pasados, gobiernos presentes y los ciudadanos.
Transformar la queja en el trabajo amoroso de contribuir al desarrollo de todos, no sólo de México, de todos, es vivir haciéndonos cargo del momento histórico que nos toca como mexicanos y cómo ciudadanos de un planeta en riesgo de no poder sustentar la vida humana.
No creo en la violencia o en la prohibición como soluciones, creo en que la salida es crear una cultura e respeto. Quienes no podemos ser respetuosos de los otros y del mundo, somos parte de esta cultura de violencia e inseguridad. Y celebro a México con una repetida e ignorada frase de Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Empezando por no valorar más un celular que el derecho humano a la vida. (No lo digo, sólo, por el joven que mata para robar un celular, lo digo, también, por aquellos que con tal de tener I Phone juegan el juego del abuso.)
carlos avila
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