ULTIMA PARTE DE HABLANDO PAZ
Por una vida libre de violencia
Carlos Ávila Pizzuto
Nuevamente, saludos. Quiero concluir esta articulo tratando de contestar a la pregunta ¿Puedo yo, sociedad civil, ser humano que no soy autoridad gubernamental, contribuir a vivir en un mundo en paz?
Hasta ahora hemos mencionado que:
1. Un ambiente pobre en medios de satisfacción de necesidades vitales,
2. carencia de recursos creativos para buscar la satisfacción de las necesidades,
3. Expectativas muy especificas de cómo mi necesidad puede ser satisfecha, lo que limita los medios para poder satisfacerla y
4. La intolerancia al dolor emocional por expectativas frustradas, contribuyen a la conducta violenta.
5. Utilizar recursos libres de violencia facilitaría que todos puedan hacerse cargo de sus necesidades.Y a partir de ahí, voy a hacer una propuesta algo aventurada. Cada uno de nosotros podemos volver a nuestro mundo un mundo pacifico, independientemente de que los demás estén demasiado frustrados, atemorizados o dolidos para poder contribuir a la paz.
Para explicar el cómo voy a hacer una metáfora. Supongamos que viajo en un avión con otros 9 pasajeros, al subir me percato que viaja una “típica vieja ‘mocha’ y amargada”; en otro asiento “una típica facilona, la clásica escaladora social, se les nota a leguas”; en la otra fila “un ejecutivo, yupi, de mente limitada por su ambición”; “un mugre amargado quejumbroso que se enoja con todo mundo, pitufo gruñón”; “Una nerd, cortada, adicta a sus gadjets”; “un ansiosito tomándose miles de píldoras para soportar el vuelo, típico demandante de atención se la vive llamando a la azafata para exigirle cosas, un latosito de primera”; “un falso típico seductor que cree que lo paro atenea y que sólo puede hablar de una cosa, de sí mismo ¡Aburrido!”; “Un guarro mal vestido lleno de joyas, recortado de un video de rap, ocupando más espacio del que se merece.” Y un mugre obeso que le faltan toneladas de autoestima, porque ya ni cabe en el avión y sigue tragando como cerdo”. ¿Cómo creen que me sentiría si ese avión aterrorizara en una isla desierta y tuviera que vivir toda la vida con ellos por el resto de mis días?
Yo no sé si eso no nos ha pasado ya, estamos todos en una isla en medio del universo ¿Quienes nos acompañan? ¿Seres humanos? O “mochos”, “zorras”, “yupis”, “amargosos”, “flojos”, “adictos”, “narcisos”, “abusivos” y “negligentes”.
Héctor Avalos, un antropólogo que estudia la relación entre violencia y religión,en una conferencia para el Center for the Study of Religion a Conflict en la Universidad Estatal de Arizona , dice que algo que facilita las relaciones violentas es el “esencialismo”, y llevándolo a mi metáfora, si nosotros llegamos a suponer que esas personas son “esencialmente” así como lo digo, entonces es fácil criticarlas, despreciarlas, maltratarlas o castigarlas. Pero eso no creo que sea lo peor, lo peor para mí es que si ellos son “esencialmente” así, yo estoy condenado a vivir con esos seres desagradables en la isla, hasta la muerte.
Creo que tu contribución, más valiosa, a la paz es conocer al ser humano, asustado por no poder lograr satisfacer las expectativas de la comunidad, pero que se ha esforzado desde pequeña a lograrlo y que no entiende porque le dicen “mocha” ella sólo quiere merecer el amor de Dios. Porque la “mocha” no me inspira respeto pero ese ser humano sí, y hay humanos así de complejos, que pueden satisfacer mi necesidad de admiración, respeto y belleza detrás de las “fácil”, “el yupi”, el gruñón”, etc.
¿Quieres hacer este mundo bello? Aprende a ver belleza en todos, no por ellos, sino para hacer de ti aventura en la isla tan maravillosa como pueda ser.
Por una vida libre de violencia
Carlos Ávila Pizzuto
Nuevamente, saludos. Quiero concluir esta articulo tratando de contestar a la pregunta ¿Puedo yo, sociedad civil, ser humano que no soy autoridad gubernamental, contribuir a vivir en un mundo en paz?
Hasta ahora hemos mencionado que:
1. Un ambiente pobre en medios de satisfacción de necesidades vitales,
2. carencia de recursos creativos para buscar la satisfacción de las necesidades,
3. Expectativas muy especificas de cómo mi necesidad puede ser satisfecha, lo que limita los medios para poder satisfacerla y
4. La intolerancia al dolor emocional por expectativas frustradas, contribuyen a la conducta violenta.
5. Utilizar recursos libres de violencia facilitaría que todos puedan hacerse cargo de sus necesidades.Y a partir de ahí, voy a hacer una propuesta algo aventurada. Cada uno de nosotros podemos volver a nuestro mundo un mundo pacifico, independientemente de que los demás estén demasiado frustrados, atemorizados o dolidos para poder contribuir a la paz.
Para explicar el cómo voy a hacer una metáfora. Supongamos que viajo en un avión con otros 9 pasajeros, al subir me percato que viaja una “típica vieja ‘mocha’ y amargada”; en otro asiento “una típica facilona, la clásica escaladora social, se les nota a leguas”; en la otra fila “un ejecutivo, yupi, de mente limitada por su ambición”; “un mugre amargado quejumbroso que se enoja con todo mundo, pitufo gruñón”; “Una nerd, cortada, adicta a sus gadjets”; “un ansiosito tomándose miles de píldoras para soportar el vuelo, típico demandante de atención se la vive llamando a la azafata para exigirle cosas, un latosito de primera”; “un falso típico seductor que cree que lo paro atenea y que sólo puede hablar de una cosa, de sí mismo ¡Aburrido!”; “Un guarro mal vestido lleno de joyas, recortado de un video de rap, ocupando más espacio del que se merece.” Y un mugre obeso que le faltan toneladas de autoestima, porque ya ni cabe en el avión y sigue tragando como cerdo”. ¿Cómo creen que me sentiría si ese avión aterrorizara en una isla desierta y tuviera que vivir toda la vida con ellos por el resto de mis días?
Yo no sé si eso no nos ha pasado ya, estamos todos en una isla en medio del universo ¿Quienes nos acompañan? ¿Seres humanos? O “mochos”, “zorras”, “yupis”, “amargosos”, “flojos”, “adictos”, “narcisos”, “abusivos” y “negligentes”.
Héctor Avalos, un antropólogo que estudia la relación entre violencia y religión,en una conferencia para el Center for the Study of Religion a Conflict en la Universidad Estatal de Arizona , dice que algo que facilita las relaciones violentas es el “esencialismo”, y llevándolo a mi metáfora, si nosotros llegamos a suponer que esas personas son “esencialmente” así como lo digo, entonces es fácil criticarlas, despreciarlas, maltratarlas o castigarlas. Pero eso no creo que sea lo peor, lo peor para mí es que si ellos son “esencialmente” así, yo estoy condenado a vivir con esos seres desagradables en la isla, hasta la muerte.
Creo que tu contribución, más valiosa, a la paz es conocer al ser humano, asustado por no poder lograr satisfacer las expectativas de la comunidad, pero que se ha esforzado desde pequeña a lograrlo y que no entiende porque le dicen “mocha” ella sólo quiere merecer el amor de Dios. Porque la “mocha” no me inspira respeto pero ese ser humano sí, y hay humanos así de complejos, que pueden satisfacer mi necesidad de admiración, respeto y belleza detrás de las “fácil”, “el yupi”, el gruñón”, etc.
¿Quieres hacer este mundo bello? Aprende a ver belleza en todos, no por ellos, sino para hacer de ti aventura en la isla tan maravillosa como pueda ser.
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