EL TRAJE
CARLOS ÁVILA PIZZUTO
-¿Por qué despierto tan triste? Hago lo que
me toca y lo hago bien, estas semanas son un reto; hay que entregar los cierres
y siempre eso implica dar lo mejor de mí y lo hago ¿Por qué me canso tanto? Veo
pasar a todos energizados, activos y no veo a nadie quejándose de cansancio
¿Estaré yo mal? Eso debe ser, no puede ser posible que todo mundo pueda tan
bien hacerse cargo de todo y yo estar tan cansado y tan aterrado de irme a
dormir para no ser acosado por toneladas de pensamientos de fracaso, de caer dormido
en otra pesadilla frenética sobre derrumbarme y llorar, temo volver a sentir ese
hormigueo y el miedo a estar muriendo ¿Por qué seré el único que no puede
despertarse en las mañanas? Todo el mundo llega a tiempo. Mi despertar es cada día tener un miedo pavoroso a enfrentar otra mañana de trabajo, a vivir una vida que no es mía, caminar en otro día que es para el traje azul con rayas, para la camisa blanca, los
calcetines negros, el cinturón negro, la corbata roja y los incómodos zapatos negros –pensaba el joven ejecutivo mientras
caminaba sonriente y veloz por los pasillos de la empresa rodeado de otros trajes que
hacían lo mismo.
Tomado del Manual "Del Carácter a las Posibilidades" registrado por el autor (r)
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