"Como quisiera poder vivir sin aire (...) como quisiera poder vivir sin agua (...) me encantaría poder vivir sin ti... pero no puedo..." Fragmentos de Vivir sin Aire de Maná
A muchos nos puede parecer desagradable tener que estar limitados en la vida por el hecho de tener necesidades. Mi abuela decía que a Dios le faltó ingenio para hacernos sin necesidad. Le habría gustado poder pasar el día sin tener que beber, comer, dormir o ir al baño. Bueno a quién no le gustaría poder vivir así, pero no se puede.
Yo, la mayor parte del tiempo, me doy cuenta de que necesito del ambiente y de los otros para sobrevivir. Entiendo que mi humanidad esta sobrepuesta a mi animalidad, que mis emociones y razones humanas dependen de mi satisfacción como animal. Claro que hay momentos que lo olvido, que pienso que mis deseos son más importantes que mis necesidades, pienso que puedo consumir en exceso sin indigestarme, beber en exceso sin intoxicarme, trabajar en exceso sin cansarme, vigilar en exceso sin volverme loco.
Hay amigas y amigos que la mayor parte del tiempo piensan en su cerebro automático que no necesitan. Puedo imaginar que han experimentado historias de profunda vergüenza y humillación cuando esperaban recibir lo que necesitaban y se les negó o se les ignoró en sus peticiones. Me acuerdo de una imagen que describe Alexander Lowen de un niño llorando ansioso por hambre mientras sus padres caminan cerca de él hablando de otra cosa. Puede que ese niño se diga que tiene que ser diferente para merecer, que las cosas no se les da por amor y que pedir algo sin merecerlo es disponerse a ser humillado. Como quisiera ese niño nunca volver a pedir, aun mejor, nunca volver a necesitar.
Puedo imaginar a ese niño o a esa pequeña volviéndose indispensable, haciéndose cargo de todo para tener derecho a exigir sin tener que pedir.
Amigos así suelen buscar quien les dé sin tener que pedir y a ese sujeto que todo debían darles, le entregan todo su ser, literalmente sin quedarse con nada propio. Amigos y sobre todo amigas que dejan sus relaciones, sus valores, su identidad para ser lo que necesite aquel, por lo general su pareja, que deberá dar todo lo que ella o él quiera sin tener que pedirlo. Esperan atrapar al otro volviéndolo completamente dependiente de su ayuda para ser feliz. Creando así una dependencia mutua.
¿Pero si la pareja, el familiar, amigo, jefe, hijo que eligen como su sol, como su proveedor universal, no necesita todo lo que nuestra amiga histérica o amigo histérico da?, ¿que si el otro no se engancha en esa dependencia?, ¿que si la otra parte es feliz con o sin la ayuda que se le ofrece?, ¿qué pasa si no da el otro lo que de él o ella se espera?, ¿qué pasa si el otro no da lo que nuestra histérica interior sabe merecer?
Entonces la histérica que llevamos dentro, sale como una desquiciada a demostrar su superioridad. A los hombres del S.XIX les sorprendía tanto ver tanta frustración en las mujeres y tanta histrionismo que sospechaban que la matriz se les inflamaba y afectaba sus funciones cognitivas. De ahí viene el nombre histeria. (Supongo que a los hombres de esa época no les afectaba su conducta la frustración o la "Testostenoria", o "Testiculoria".)
En fin ¿A dónde van los valores, la identidad y la necesidades de un ser humano que vive para satisfacer a otros y volverlos dependientes?, ¿quién soy cuando soy lo que haga falta para ti? Se preguntan ¿Dónde quedan los límites de aquella o aquel que se funde en el otro en total confluencia?
Si te identificas con alguien que pierde su identidad en el otro, con alguien que espera que el otro se vuelva quien dé todo lo que quieres sin tener que pedírselo, si eres alguien que traiciona su amor para seguir a quien le cumpla sus caprichos y estas harta o harto de olvidarte de ti, si ya no quieres generar dependencias y quieres recuperarte... Esto te puede ayudar:
Yo, la mayor parte del tiempo, me doy cuenta de que necesito del ambiente y de los otros para sobrevivir. Entiendo que mi humanidad esta sobrepuesta a mi animalidad, que mis emociones y razones humanas dependen de mi satisfacción como animal. Claro que hay momentos que lo olvido, que pienso que mis deseos son más importantes que mis necesidades, pienso que puedo consumir en exceso sin indigestarme, beber en exceso sin intoxicarme, trabajar en exceso sin cansarme, vigilar en exceso sin volverme loco.
Hay amigas y amigos que la mayor parte del tiempo piensan en su cerebro automático que no necesitan. Puedo imaginar que han experimentado historias de profunda vergüenza y humillación cuando esperaban recibir lo que necesitaban y se les negó o se les ignoró en sus peticiones. Me acuerdo de una imagen que describe Alexander Lowen de un niño llorando ansioso por hambre mientras sus padres caminan cerca de él hablando de otra cosa. Puede que ese niño se diga que tiene que ser diferente para merecer, que las cosas no se les da por amor y que pedir algo sin merecerlo es disponerse a ser humillado. Como quisiera ese niño nunca volver a pedir, aun mejor, nunca volver a necesitar.
Puedo imaginar a ese niño o a esa pequeña volviéndose indispensable, haciéndose cargo de todo para tener derecho a exigir sin tener que pedir.
Amigos así suelen buscar quien les dé sin tener que pedir y a ese sujeto que todo debían darles, le entregan todo su ser, literalmente sin quedarse con nada propio. Amigos y sobre todo amigas que dejan sus relaciones, sus valores, su identidad para ser lo que necesite aquel, por lo general su pareja, que deberá dar todo lo que ella o él quiera sin tener que pedirlo. Esperan atrapar al otro volviéndolo completamente dependiente de su ayuda para ser feliz. Creando así una dependencia mutua.
¿Pero si la pareja, el familiar, amigo, jefe, hijo que eligen como su sol, como su proveedor universal, no necesita todo lo que nuestra amiga histérica o amigo histérico da?, ¿que si el otro no se engancha en esa dependencia?, ¿que si la otra parte es feliz con o sin la ayuda que se le ofrece?, ¿qué pasa si no da el otro lo que de él o ella se espera?, ¿qué pasa si el otro no da lo que nuestra histérica interior sabe merecer?
Entonces la histérica que llevamos dentro, sale como una desquiciada a demostrar su superioridad. A los hombres del S.XIX les sorprendía tanto ver tanta frustración en las mujeres y tanta histrionismo que sospechaban que la matriz se les inflamaba y afectaba sus funciones cognitivas. De ahí viene el nombre histeria. (Supongo que a los hombres de esa época no les afectaba su conducta la frustración o la "Testostenoria", o "Testiculoria".)
En fin ¿A dónde van los valores, la identidad y la necesidades de un ser humano que vive para satisfacer a otros y volverlos dependientes?, ¿quién soy cuando soy lo que haga falta para ti? Se preguntan ¿Dónde quedan los límites de aquella o aquel que se funde en el otro en total confluencia?
Si te identificas con alguien que pierde su identidad en el otro, con alguien que espera que el otro se vuelva quien dé todo lo que quieres sin tener que pedírselo, si eres alguien que traiciona su amor para seguir a quien le cumpla sus caprichos y estas harta o harto de olvidarte de ti, si ya no quieres generar dependencias y quieres recuperarte... Esto te puede ayudar:
- No hay seres orgánicos inmortales. No hay vergüenza en aceptar los limites biológicos.
- El que merezcas o no, según tu criterio, satisfacer tus necesidades, no quita que haga falta ver por tu sobrevivencia.
- Renunciar a todo para entregarte a otro ser humano no siempre garantiza que el otro haga lo mismo y se entregue entero a ti.
- Amar es estar en la disponibilidad de legitimar al otro en sus sentimientos, en sus necesidades, en sus pensamientos y valores, eso no es lo mismo que sobre proteger al otro para no sienta lo que siente o deje de necesitar lo que necesita.
- Muchas personas se sienten felices de contribuir a tu bienestar, si tú argumentas que no necesitas algo, dejas al otro imposibilitado de poder ayudarte.
- Suponer que tú puedes con tu vida y con la de los demás y que ellos no pueden ni con la suya, atenta contra la necesidad del otro de saberse capaz y reconocido.
- Cuando dependes de que el otro (pareja, amistad, empleador, hijos) no pueda por sí mismo con su vida para siempre necesitarte, no sólo contribuyes a volverlo débil, sino que te puedes encontrar con la triste sorpresa de que no eres indispensable.
- Que no seas indispensable no significa que muchos querrán amarte sólo por el gozo de hacerlo.
- Si alguien no quiere amarte o quererte sería más fácil para ti aceptarlo así en vez de ponerte a hacer mil cosas, a menudo indignantes, para seducir y demostrar tu valor.
- Descansar no es un privilegio es una necesidad de la especie.
- Sentir tus límites, tus carencias, el costo de los abusos cometidos sobre tu cuerpo, sentir la tristeza de la soledad y el miedo del abandono, te ayuda a identificar qué necesitas cambiar en tu vida para volverla más amable y satisfactoria.
- Aprender a tolerar la soledad puede ser un camino de auténtica libertad espiritual para ti.
- La asertividad te da profesionalismo
- La congruencia y el reflexionar antes de hacer estallar tus emociones te da confiabilidad.
Las amigas y amigos los que tenemos una histérica dentro, sufrimos mucho porque no creemos poder sobrevivir si no somos adoradas o adorados por el otro. Ayuda aprender que no es así, que nuestra sobrevivencia puede depender de nosotros mismos y nuestra capacidad de identificar nuestras necesidades y aprender a conseguir nuestros satisfactores por nuestros propios medios.
Es verdad, nadie podría vivir en soledad absoluta, nos complementamos, pero nos ayudaría aprender a pedir colaboración en vez de construir dependencia. Por eso agrego un punto más:
- Pedir significa expresar una carencia, solicitar del otro una estrategia para poder satisfacerla y estar dispuestos a aceptar que el otro no pueda o no quiera contribuir de esa manera a nuestro bienestar; significa ofrecer al otro una garantía de que la relación quedará bien aun cuando la respuesta a nuestra petición sea: NO.
Saber pedir es, en mucho, aprender a dejar atrás a la histérica que llevamos dentro.
Carlos Ávila Pizzuto
www.facebook.com/CentroRe
www.facbook.com/Carlosavilap
@carlosavilap
#CentroRe
Comentarios