ENFERMO MENTAL
Por
CARLOS ÁVILA PIZZUTO
A quien le importe:
Lo que estoy a punto de hacer es de enfermos mentales, así lo aseguran lo psiquiatras en México. Para ellos es imposible que alguien en su sano juicio quiera lanzarse de un puente y terminar con su vida. Dicen que lo normal es querer esta vida.
¿Cómo será de buena la vida de esos psiquiatras para que se le aparezca como imposible la idea de suicidarse? Imagino que sus padres no abusaban sexualmente de ellos y luego lo acusaban de seducir. Porque si ellos hubieran vivido algo así, quizá no les resultaría tan extraño que uno quiera terminarlo todo. Supongo que ellos iban escuelas donde no lo atormentaban por caminar "raro", por hablar "raro", por jugar "raro"... Quizá tenían maestros que hacían algo cuando un grupo de tres niños intentaban matarte a golpes por "puto"... lo que sea, los llamaban a la dirección, les decían que la violencia estaba mal, algo... porque si en su escuela los maestros se hubieran reído de los abusos y recompensado a sus agresores, por ayudarme a ser menos "puto", entonces habrían conocido un horror sin esperanza y un enorme deseo de morir. Supongo que cuando los psiquiatras declaran su amor a alguien, reciban quizá algún rechazo, pero no habrían recibido otra madriza, un publicación en Facebook, un video en YouTube siendo humillándolos por sucios. Creo que no les pasó eso a los psiquiatras porque si lo hubieran vivido pensarían como yo, que los enfermos mentales son los que ven está vida como perfecta.
Dicen los psiquiatras que la homosexualidad no es una enfermedad mental, que es algo que o bien se trae en los genes o se aprende de tal forma que se vuelve parte constitutiva esencial del sujeto. Mi padre pensaba que era terrible ser gay, que nunca me permitiría serlo, incluso, cuando me violaba lo hacía para que yo aprendiera a ser hombre... Nunca entendí eso, pero en fin, mi padre no ha muerto, es miembro activo del culto al Dios verdadero y no piensa, ni de loco en suicidarse... él es menos enfermo mental que yo.
Yo necesito medicamentos para la bipolaridad, ya que los psiquiatras no se quieren arriesgar a darme algo para la depresión y resulte que no era yo depresivo sino bipolar. La psiquiatra que me ha visto, tiene un poster donde hay dos osos polares en bicicleta y un slogan que dice: "Piense Bipolar". es un anuncio de un medicamento... ella no es muy buena escuchando, cuando trato de explicarle que no es locura querer morir cuando el mundo es tan horrible con uno, pero es muy buena haciendo preguntas de las que aparentemente ya sabe las respuestas: ¿A veces aparecen pensamientos de suicidio aún cuando estás haciendo otras cosas? ¿A menudo lloras abundantemente sin motivo evidente? ¡Motivo evidente mis testículos! Sí, desde que entré en su oficina ella sabía que debía de pensar de mí: "Bipolar".
Ella también fue buena para dar un discurso en el que me explicaba que no debía sentir vergüenza de ser quien soy. Ella fue la que me explicó que estaba bien ser "puto" y que estaba mal querer morir. Llega uno a la vida con los genes de "puto" o con un padre que te viola, cosas que yo no pedí. Cosas de las que no tengo la más mínima culpa y cuando digo que quiero dejar ese "regalito" cósmico de existir porque duele demasiado, me dicen loco...
Hoy salto de este puente y aunque los expertos en salud mental lo ignoren, lo hago porque llevo 17 años escuchando, sintiendo y viviendo evidencias de que el mundo no me quiere aquí y le voy a tomar la palabra. Un puto menos en el mundo, una decepción de hijo menos en el mundo, un cobarde menos en el mundo y un pinche loco menos en el mundo
¿No suena eso como un aporte a la humanidad? No es locura: ¡Es libertad!
Y doctora, no se preocupe, no equivocó el medicamento, no es que la medicina provoque mi suicidio, en eso puede estar tranquila... lo que si quiere puede tomar como consejo, es que cuando iba a su oficina, entre mi terror a ser catalogado, castigado, internado o criticado, había una esperanza, un deseo, por pequeño que fuera de que usted iba a comprender, que iba a reconocer mi inocencia, que iba a decir, que mi padre era cruel y abusivo, que mis compañeros de la escuela eran malos, que mis maestros negligentes y que le iba a conmover el intenso dolor de mi alma... que iba a escuchar, que iba a interesarse por lo complejo que es ser homosexual en un mundo machista, por lo triste que es vivir a escondidas el deseo y entonces iba a saber por primera vez, lo que era ser bienvenido. No fue así y esa última gota de esperanza se seco. No fue su culpa, mi padre tiene más culpa, mi madre por ser ausente, mis compañeros, mis maestros, la pinche cultura fueron los que me expulsaron de la vida, usted doctora, sólo no fue nada cuando necesitaba algo.
Ahí les dejo el mundo con un enfermo mental menos.
Ben "Homosexual-Bipolar"
La carta de Ben se coló al internet y causó un gran revuelo. ¿Provocará esa carta un cambio?
"PSIQUIATRA IMPLICADA EN CARTA DE SUICIDIO ASEGURA: SE TIENDE A MITIFICAR LA MUERTE DE UN HOMOSEXUAL, SE LES CONSIDERA HEROES CUANDO EN REALIDAD EL SUICIDIO ES CAUSADO POR UNA ENFERMEDAD MENTAL, TAMPOCO DEBEMOS CRITICAR LO QUE DIJO, ESO ES PARTE DE SU DESORDEN"
"GRUPOS DE CREYENTES AFIRMAN QUE NO DEBEMOS VOLVER HEROES A LOS GAY QUE SE SUICIDAN"
"¿POR QUÉ NADIE HABLA DE LOS HETEROSEXUALES QUE SE SUICIDAN?"
Gracias a Dios, con unos titulares y cadenas en redes sociales: la sociedad al final logró volver la carta de Ben un síntoma más de su enfermedad mental, de su degeneración, de su alejamiento de la iglesia y de su cobardía. Se logró también que el padre de Ben fuera comprendido como víctima de un enfermo mental que no sabía lo que hacia al acusarlo de semejante abominación.
Por
CARLOS ÁVILA PIZZUTO
A quien le importe:
Lo que estoy a punto de hacer es de enfermos mentales, así lo aseguran lo psiquiatras en México. Para ellos es imposible que alguien en su sano juicio quiera lanzarse de un puente y terminar con su vida. Dicen que lo normal es querer esta vida.
¿Cómo será de buena la vida de esos psiquiatras para que se le aparezca como imposible la idea de suicidarse? Imagino que sus padres no abusaban sexualmente de ellos y luego lo acusaban de seducir. Porque si ellos hubieran vivido algo así, quizá no les resultaría tan extraño que uno quiera terminarlo todo. Supongo que ellos iban escuelas donde no lo atormentaban por caminar "raro", por hablar "raro", por jugar "raro"... Quizá tenían maestros que hacían algo cuando un grupo de tres niños intentaban matarte a golpes por "puto"... lo que sea, los llamaban a la dirección, les decían que la violencia estaba mal, algo... porque si en su escuela los maestros se hubieran reído de los abusos y recompensado a sus agresores, por ayudarme a ser menos "puto", entonces habrían conocido un horror sin esperanza y un enorme deseo de morir. Supongo que cuando los psiquiatras declaran su amor a alguien, reciban quizá algún rechazo, pero no habrían recibido otra madriza, un publicación en Facebook, un video en YouTube siendo humillándolos por sucios. Creo que no les pasó eso a los psiquiatras porque si lo hubieran vivido pensarían como yo, que los enfermos mentales son los que ven está vida como perfecta.
Dicen los psiquiatras que la homosexualidad no es una enfermedad mental, que es algo que o bien se trae en los genes o se aprende de tal forma que se vuelve parte constitutiva esencial del sujeto. Mi padre pensaba que era terrible ser gay, que nunca me permitiría serlo, incluso, cuando me violaba lo hacía para que yo aprendiera a ser hombre... Nunca entendí eso, pero en fin, mi padre no ha muerto, es miembro activo del culto al Dios verdadero y no piensa, ni de loco en suicidarse... él es menos enfermo mental que yo.
Yo necesito medicamentos para la bipolaridad, ya que los psiquiatras no se quieren arriesgar a darme algo para la depresión y resulte que no era yo depresivo sino bipolar. La psiquiatra que me ha visto, tiene un poster donde hay dos osos polares en bicicleta y un slogan que dice: "Piense Bipolar". es un anuncio de un medicamento... ella no es muy buena escuchando, cuando trato de explicarle que no es locura querer morir cuando el mundo es tan horrible con uno, pero es muy buena haciendo preguntas de las que aparentemente ya sabe las respuestas: ¿A veces aparecen pensamientos de suicidio aún cuando estás haciendo otras cosas? ¿A menudo lloras abundantemente sin motivo evidente? ¡Motivo evidente mis testículos! Sí, desde que entré en su oficina ella sabía que debía de pensar de mí: "Bipolar".
Ella también fue buena para dar un discurso en el que me explicaba que no debía sentir vergüenza de ser quien soy. Ella fue la que me explicó que estaba bien ser "puto" y que estaba mal querer morir. Llega uno a la vida con los genes de "puto" o con un padre que te viola, cosas que yo no pedí. Cosas de las que no tengo la más mínima culpa y cuando digo que quiero dejar ese "regalito" cósmico de existir porque duele demasiado, me dicen loco...
Hoy salto de este puente y aunque los expertos en salud mental lo ignoren, lo hago porque llevo 17 años escuchando, sintiendo y viviendo evidencias de que el mundo no me quiere aquí y le voy a tomar la palabra. Un puto menos en el mundo, una decepción de hijo menos en el mundo, un cobarde menos en el mundo y un pinche loco menos en el mundo
¿No suena eso como un aporte a la humanidad? No es locura: ¡Es libertad!
Y doctora, no se preocupe, no equivocó el medicamento, no es que la medicina provoque mi suicidio, en eso puede estar tranquila... lo que si quiere puede tomar como consejo, es que cuando iba a su oficina, entre mi terror a ser catalogado, castigado, internado o criticado, había una esperanza, un deseo, por pequeño que fuera de que usted iba a comprender, que iba a reconocer mi inocencia, que iba a decir, que mi padre era cruel y abusivo, que mis compañeros de la escuela eran malos, que mis maestros negligentes y que le iba a conmover el intenso dolor de mi alma... que iba a escuchar, que iba a interesarse por lo complejo que es ser homosexual en un mundo machista, por lo triste que es vivir a escondidas el deseo y entonces iba a saber por primera vez, lo que era ser bienvenido. No fue así y esa última gota de esperanza se seco. No fue su culpa, mi padre tiene más culpa, mi madre por ser ausente, mis compañeros, mis maestros, la pinche cultura fueron los que me expulsaron de la vida, usted doctora, sólo no fue nada cuando necesitaba algo.
Ahí les dejo el mundo con un enfermo mental menos.
Ben "Homosexual-Bipolar"
La carta de Ben se coló al internet y causó un gran revuelo. ¿Provocará esa carta un cambio?
"PSIQUIATRA IMPLICADA EN CARTA DE SUICIDIO ASEGURA: SE TIENDE A MITIFICAR LA MUERTE DE UN HOMOSEXUAL, SE LES CONSIDERA HEROES CUANDO EN REALIDAD EL SUICIDIO ES CAUSADO POR UNA ENFERMEDAD MENTAL, TAMPOCO DEBEMOS CRITICAR LO QUE DIJO, ESO ES PARTE DE SU DESORDEN"
"GRUPOS DE CREYENTES AFIRMAN QUE NO DEBEMOS VOLVER HEROES A LOS GAY QUE SE SUICIDAN"
"¿POR QUÉ NADIE HABLA DE LOS HETEROSEXUALES QUE SE SUICIDAN?"
Gracias a Dios, con unos titulares y cadenas en redes sociales: la sociedad al final logró volver la carta de Ben un síntoma más de su enfermedad mental, de su degeneración, de su alejamiento de la iglesia y de su cobardía. Se logró también que el padre de Ben fuera comprendido como víctima de un enfermo mental que no sabía lo que hacia al acusarlo de semejante abominación.
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