Para ella de él que quiere encontrarte
TE PLATICO
Te cuento que una parte importante de lo que hago es buscar el encuentro entre dos usando la mediación; y que eso representa en mí un anhelo de que dos personas o grupos que se experimentan distanciados por sus ideas, sus posturas y por sus búsquedas de bienestar, que parecen estar en competencia, se encuentren en un terreno compartido para que surjan las soluciones que abracen a las partes y que no excluyan a ninguna.
Lo que hago me a llevado a veces a espacios de encuentro entre personas que parecían no poder reconciliarse. Lo que hago lo hago porque pienso que amistades, familias, parejas, empresas y comunidades son mucho más vulnerables a la violencia, a la destructividad, al abuso y al deterioro si están divididos por un conflicto que hace que se vean mutuamente como víctimas y enemigos de aquellos con quienes conviven.
He sido testigo de como familias en pugnas internas son terrenos fértiles para el abuso sexual de menores y para la emergencia de conductas destructivas. Cuando esto ocurre los confrontados buscan demostrar que son inocentes y víctimas de la manera de ser de los otros en las familias. A veces esas visión de víctimas-enemigos lleva acciones violentas que provocan que una autoridad entre al seno de la familia y busque resolver con sus mecanismos estandarizados, fríos, burocráticos y llenos de segundas intenciones de poder político. Muchas veces esas intervenciones llevan la misma búsqueda que originó el daño, que es preguntarse ¿Quién tiene razón y quién es culpable?
Recuerdo una frase que ha sido uno de mis faros en la vida, la decía Marshall Rosenberg en sus conferencias y la cita no es textual pero es algo así: Si jugamos el juego de buscar quien tiene la razón y quién tiene la culpa, entonces no jugamos el juego de cómo solucionar, porque son juegos que se excluyen.
Entonces esas intervenciones externas dejan a las familias más divididas y dañadas que resueltas y eso pasa porque esas familias no supieron resolver entre ellas mismas o encontrar las ayudas necesarias.
Cosas similares ocurren en las empresas cuando hay bandos en conflicto y se busca una acción autoritaria para resolver; pasa en las escuelas cuando los maestros o directivos dictan sentencias condenatorias y de inocencia entre niños y niñas que no han sido educados para resolver; pasa en los países cuando crece la violencia y la inseguridad y los estados encuentran entonces justificaciones para volverse más policiales y militares; y también pasa entre las naciones.
Entonces la incapacidad de los grupos de resolver entre ellos, da poder a las fuerzas policiales que conforman una cultura tan jerarquizada y terminamos sometidos ante los poderes que nosotros alimentamos con nuestra incapacidad para vivir en paz.
Yo he sostenido que lograr que las parejas, las amistades, las familias, los estudiantes, los empleados, los ciudadanos se arreglen entre ellos en vez de buscar que el poder jerárquico resuelva por ellos, es la forma más accesible que tenemos para empoderarnos y usar cada vez menos a la fuerza de los tiranos.
Yo he sostenido que lograr que las parejas, las amistades, las familias, los estudiantes, los empleados, los ciudadanos se arreglen entre ellos en vez de buscar que el poder jerárquico resuelva por ellos, es la forma más accesible que tenemos para empoderarnos y usar cada vez menos a la fuerza de los tiranos.
Quizá deba contarte a qué me refiero con los tiranos. Yo entiendo que son esos líderes que buscando el orden resuelven los conflictos con la mano de la fuerza y no con la mano de la ternura. Creo que ambas manos, la de la fuerza y la de la ternura, son necesarias pero creo también que si usamos en exceso la mano de la fuerza esos líderes dejan de buscar el orden para el bien de su grupo y lo empiezan a buscarlo para sostener su rol de patriarca, el reconocimiento y gratificación que le da. Creo y espero que si la mano tierna y suave de las conversaciones, el amor, el respeto y el acuerdo, a la que llamo la mano materna, se vuelve tan capaz como la mano patriarcal, equilibraria el orden y la dignidad en nuestra sociedad.
Quería que supieras eso antes de entrar en la materia que hoy inquieta mi alma y que comprendas desde donde la abordo y con qué motivo.
El tema es que tengo miedo a que entre tú y yo, tú mujer y yo hombre, se cree un territorio tan hostil que dividamos nuestro mundo en bandos que viven en los mismos espacios y que co crean la vida humana. Una guerra entre tú y yo es una que le deja espacios de intervención violenta de las fuerzas tiránicas y creo que la solución está en arreglarnos con la mano del amor.
LA INQUIETUD
Recientemente (Nota del 2018) se han dado eventos que movilizan las redes sociales en relación con temas de alto impacto en la búsqueda de las mujeres por igualdad.
Los eventos han sido:
Dichos eventos llenan el internet de comentarios y posturas de guerra donde se hacen acusaciones y se producen reacciones llenas de odio y donde se culpan hombres a mujeres, mujeres a hombres, mujeres a mujeres y hombres a hombres. También estos eventos abren el archivo muerto y vigente dando espacio a que parezcan más acusaciones y protestas con temas de justicia e inclusión para mujeres y con respuestas llenas de justificaciones, humillaciones, odio de quienes (hombres y mujeres) defienden el status quo o por el dolor que provoca escuchar acusaciones.
En la mediación no buscamos quedarnos en los dichos violentos, en las acusaciones, en las posturas; nuestra aproximación es buscar las necesidades vivas y totalmente legítimas que alimentan las posturas.
Si nos quedamos en lanzarnos la culpa o asegurarnos que nuestro bando tiene la razón no avanzamos en lograr que las partes se escuchen y busquen alternativas que resuelvan nuestros problemas de convivencia y desarrollo justo e incluyente.
EL EJERCICIO
Lo que podemos hacer cada una de las personas para desactivar un intercambio de acusaciones y aseveraciones absolutistas es que nos detengamos a escuchar, pero no las palabras si no los sentimientos y necesidades que motivan esas palabras.
Así que voy a dar acuse de recibo, soy un hombre, blanco, heterosexual y voy a dedicarme a escuchar lo que se ha dicho para los hombres y sobre los hombres en las redes sociales en memes y comentarios. Lo haré sin reaccionar, sin defenderme sólo voy a comprender qué está vivo en el alma de la persona que lo escribió. Lo haré en forma de una carta dirigida a tí:
El ejercicio continua ya que ahora tomaré las respuestas y los memes que los hombres más han utilizado en en reacción a las expresiones de las mujeres y en vez de replicar las palabras, buscaré compartir nuestros sentimientos y necesidades. Si quieres detenerte aquí amiga, lo entiendo, no hace falta que sigas si aún me falta algo por entender de tí. Yo por mi parte creo que en que ambas voces se complementan así que escribiré una carta dirigida a tí donde te pido que me comprendas:
FINALMENTE
Creo que hay heridas detrás de los ataques que nos damos hombres y mujeres y entre hombres y entre mujeres. Prefiero ver personas heridas torpemente tratando de hacerse comprender que humanos comprometidos a su mutua destrucción.
Soy con otros hombres muy responsable de haber creado una imagen de seres diabólicos y que planean una conspiración contra ti y tus hermanas porque no nos hemos impuesto sobre nuestro miedo a ser vulnerables y nos corresponde ir transformando esto para lograr mejores acuerdos. Y eres junto con otras de tus hermanas responsable de que logremos escucharnos y comprendernos para que tú y yo sembremos las semillas de un mundo donde ni tú ni yo tengamos que sacrificarnos los unos por los otros. No creo ver ese mundo justo para todas, para todos y para todes, pero si hoy cosechamos semillas sembradas por nuestros ancestros siglos atrás, quizá siglos después mejores humanos puedan cosechar las semillas que hoy sembramos.
Carlos Ávila Pizzuto
El tema es que tengo miedo a que entre tú y yo, tú mujer y yo hombre, se cree un territorio tan hostil que dividamos nuestro mundo en bandos que viven en los mismos espacios y que co crean la vida humana. Una guerra entre tú y yo es una que le deja espacios de intervención violenta de las fuerzas tiránicas y creo que la solución está en arreglarnos con la mano del amor.
LA INQUIETUD
Recientemente (Nota del 2018) se han dado eventos que movilizan las redes sociales en relación con temas de alto impacto en la búsqueda de las mujeres por igualdad.
Los eventos han sido:
- La votación en el Senado argentino de la ley de interrupción voluntaria del embarazo que había aprobado la cámara de diputados y que no ganó en el senado. Las redes sociales han mostrado mensajes polarizados que van de: solidaridad con las mujeres que se manifiestan en Argentina por su derecho a elegir; de repudio al aborto por ser un acto irresponsable; invitación a los hombres a abstenerse de opinar en contra; recomendar a los hombres a hacerse la vasectomía; memes que se burlan de las pro libre elección y de las que defienden al feto, entre otras cosas.
- La muerte de María en Costa Rica, la chica mexicana que había compartido que tenía el sueño de viajar sola y fue violada y asesinada. Se han detonado discusiones llenas de juicios brutales que critican a las mujeres por viajar solas y que culpan a los hombres por ser depredadores y peligroso.
- La fotografía de un evento sobre lactancia donde solo participan varones con sus respectivas reacciones llenas de crítica y violencia.
- #MeToo, movimiento que revela casos de acoso sexual laboral en el mundo del espectáculo y que ha generado reacciones diversas y acusaciones de abuso contra personas que forman parte del movimiento.
- A esto le sumamos eventos previos que tienen como gran antecedente "Las Muertas de Juárez", la creación del concepto feminicidio, casos documentados de acoso callejero, el descubrimiento en San Luis Potosí de lo que el grupo de facebook, La Logia, compartía, a decir: pornografía de venganza y pornografía ilegal por no ser consentida o incluso de menores; injusticias y discriminaciones laborales por sexo u orientación sexual; entre otras cosas.
En la mediación no buscamos quedarnos en los dichos violentos, en las acusaciones, en las posturas; nuestra aproximación es buscar las necesidades vivas y totalmente legítimas que alimentan las posturas.
Si nos quedamos en lanzarnos la culpa o asegurarnos que nuestro bando tiene la razón no avanzamos en lograr que las partes se escuchen y busquen alternativas que resuelvan nuestros problemas de convivencia y desarrollo justo e incluyente.
EL EJERCICIO
Lo que podemos hacer cada una de las personas para desactivar un intercambio de acusaciones y aseveraciones absolutistas es que nos detengamos a escuchar, pero no las palabras si no los sentimientos y necesidades que motivan esas palabras.
Así que voy a dar acuse de recibo, soy un hombre, blanco, heterosexual y voy a dedicarme a escuchar lo que se ha dicho para los hombres y sobre los hombres en las redes sociales en memes y comentarios. Lo haré sin reaccionar, sin defenderme sólo voy a comprender qué está vivo en el alma de la persona que lo escribió. Lo haré en forma de una carta dirigida a tí:
"Querida amiga, a veces te has sentido triste y frustrada porque has sido como un fantasma invisible ante mis ojos y mis palabras, muchas veces dichas como si tú no existieras; tienes una necesidad de ser considerada ya que muchas veces te paso por alto. Amiga, te pone furiosa que lo que dices sea considerado como una opinión menos relevante por no ser la opinión de un hombre y levantas la voz con el afán de legitimar tus pensares y tus sentires ante mis oídos a menudo sordos. Amiga has sido juzgada por mí sin que yo tenga los elementos para suponer cómo es ser tú, cómo es vivir en un cuerpo de mujer y cómo es crecer educada como una mujer; necesitas ser comprendida desde tu perspectiva no juzgada desde mi perspectiva como si fuera más válida que la tuya. Amiga te duele y enoja que tu conocimiento nacido en la experiencia sea descalificado por planteamientos teóricos que no han incluido el preguntarte a ti. Amiga ha sido frustrante que te eduque de forma distinta, que te reglamente de forma distinta, que te prohíba de forma distinta que a mí. Desde que eras una niña no podías hacer las cosas que yo sí podía y no podías correr los riesgos que yo sí podía. Amiga, te sentías impotente dentro de límites injustos. Se que anhelas la libertad que de niña no tuviste, te duele y enoja que sea tan peligroso ser mujer y libre. Amiga te han dolido las muertes violentas de otras como tú y te ha dolido que esas muertes sean minimizadas o consideradas como "lógicas" o "causadas" por vivir en libertad y difícilmente has escuchado que te diga que la culpa era del asesino y nunca de la asesinada. Amiga tienes un profundo anhelo de ser libre y que esa libertad no te cueste tan cara, que esa libertad no te cueste perder mi respeto por tu integridad y mi amor por tu legítima existencia. Amiga quieres descubrir lo que puedes hacer y lo que no puedes hacer sin que yo te lo diga, quieres aprender de tu experiencia y quieres enfrentar los retos de ser tuya. Amiga estás cansada y triste de que tantas veces con palabras o acciones has sido tratada como una cosa que se usa para satisfacer mis deseos; estás harta de escuchar palabras que atentan contra tu respeto mientras caminas por la calle; amiga arrastras con dolor las veces que he abusado de tu cuerpo y que te he exigido y se te ha pedido que lo calles para todos podamos seguir en "paz" y "tranquilos". Amiga vives con miedo y necesitas seguridad y no solo eso, necesitas que sepa que no es tu culpa todo de lo que se te ha culpado y que sepa también, que hay cosas de las que sí te sientes culpable y que yo pueda recibirte como tan imperfecta y tan culpable como yo. Amiga tienes mucho que enseñarme sobre tus experiencias de madre, de trabajadora, de mujer que camina y se mueve por la calle, de esposa, de hija, de hermana, de viajera, de buscadora de la libertad y te duele que tanta sabiduría sea ignorada por mí. Amiga buscar que yo entienda que tu relación con tu cuerpo es como la mía con el mío y que las libertades que me tomo en mi relación con mi cuerpo son libertades que tu necesitas explorar también con el tuyo. Amiga te duele que no te vea como un ser completo y digno, y que te vea como el complemento o accesorio de un hombre. Supongo que hay más cosas que necesitan ser escuchadas pero hasta ahora esto es lo que he comprendido de lo que me has compartido. Si hay algo más que deba saber no dudes en decírmelo."
El ejercicio continua ya que ahora tomaré las respuestas y los memes que los hombres más han utilizado en en reacción a las expresiones de las mujeres y en vez de replicar las palabras, buscaré compartir nuestros sentimientos y necesidades. Si quieres detenerte aquí amiga, lo entiendo, no hace falta que sigas si aún me falta algo por entender de tí. Yo por mi parte creo que en que ambas voces se complementan así que escribiré una carta dirigida a tí donde te pido que me comprendas:
"Querida amiga no suelo hablar mucho de lo que pasa conmigo porque vivo con mucha vergüenza y culpa de no ser valioso para tí. Aprendí que mi valor dependía de hacerte feliz y no sé cómo conseguirlo y eso me llena de enorme impotencia y frustración. Vivo con mucho miedo de no ser capaz de convertirme en un proveedor eficaz y me resulta muy doloroso no alcanzar las metas que me pongo.Creo que no los sabes y te lo digo porque quiero que lo sepas, cuando escucho generalizaciones sobre cómo son los hombres me duele en lo profundo porque tengo una existencia muy mía y muy particular que se vuelve invisible ante ti. Soy un hombre muy específico con luchas muy específicas y que diario hace enormes esfuerzos por ser valioso a tus ojos. Tengo una carencia de ternura muy profunda y anhelo cada día de mi vida ser amado y cuidado, y me aterra no ser merecedor de ese amor y ternura. Cuando siento algo de ese amor tuyo me da terror perderte ¿Quién soy yo para conservar algo tan precioso? y mi miedo quita mucho de lo mejor de mí. He guardado lo que siento muy en el fondo de mi cuerpo porque aprendí que llorar es buscar lástima y eso no es de hombres... Sí tienes razón, ser hombre es algo muy frágil, en las escuelas y colegios me acusaron mucho de no ser hombre suficiente o luché mucho, mucho, mucho para nunca se dieran cuenta de lo poco hombre que soy porque aprendí que no era libre de ser como quisiera; hay roles y formas que tengo que cumplir desde niño que han tenido altos costos en mí vida. Querida amiga uno de esos costos es el poder mostrarme tierno y maternal sin amputar mi instinto sexual. Vivo siempre con miedo de ser hombre de menos y también de ser abusador sexual. Como tú, no fui educado para llevar mi vida sexual en paz, a veces fui muy reprimido y a veces muy exigido a ser siempre un sujeto sexual y esa lucha en mí quita gran parte de mi capacidad creativa, emotiva y espiritual. Querida amiga me duele que no sepas lo difícil que es para mí buscar complacerte y mantenerme dentro de la sombra de tu amor. A veces una herida punza en el corazón al recordar todas las veces en mi adolescencia en que te burlaste por querer besarte, tocarte o amarte siendo que no cumplía con los requisitos que ponías a tus pretendientes. Recuerdo con rabia esas conversaciones entre señoras donde se decían que había que ser listas y aprovechar que un hombre las ama para sacar provecho. Sí, no lo he olvidado y me llena de enojo tener que ser de cierta forma para ser aceptado por tí. También quiero ser libre y también estoy herido. Pero eso no basta, necesito pedirte algo más. Necesito que sepas que lamento profundamente cada vez que desde mi miedo, mi culpa, mi vergüenza, mi impotencia, mi desesperación, mi incompetencia para lidiar con mi instinto sexual lastime tu cuerpo, tus relaciones, tu dignidad y puse obstáculos a tu desarrollo. En mis mejores momentos sé que dañarte es como si el lado derecho de mi cuerpo dañara el lado izquierdo de mi propio cuerpo. En mis mejores momentos sé que somos una sola humanidad y que tu desarrollo y bienestar me hacen fuerte y que mi desarrollo y bienestar te hacen fuerte a tí, no competimos nos hacemos juntos tú a mí y yo a ti. Amiga en mis mejores momentos, te amo."
FINALMENTE
Creo que hay heridas detrás de los ataques que nos damos hombres y mujeres y entre hombres y entre mujeres. Prefiero ver personas heridas torpemente tratando de hacerse comprender que humanos comprometidos a su mutua destrucción.
Soy con otros hombres muy responsable de haber creado una imagen de seres diabólicos y que planean una conspiración contra ti y tus hermanas porque no nos hemos impuesto sobre nuestro miedo a ser vulnerables y nos corresponde ir transformando esto para lograr mejores acuerdos. Y eres junto con otras de tus hermanas responsable de que logremos escucharnos y comprendernos para que tú y yo sembremos las semillas de un mundo donde ni tú ni yo tengamos que sacrificarnos los unos por los otros. No creo ver ese mundo justo para todas, para todos y para todes, pero si hoy cosechamos semillas sembradas por nuestros ancestros siglos atrás, quizá siglos después mejores humanos puedan cosechar las semillas que hoy sembramos.
Carlos Ávila Pizzuto
Comentarios