Que así sea.
Personas padeciendo enfermedad en casa, en hospitales, en la calle, en soledad o compañía, en campamentos temporales o de refugiados. Que estén en la oraciones, donaciones, elecciones, votaciones, mente y corazones de otros que estamos en privilegio.
Personas que pierdan seres queridos, los entiendo, los acompaño, he estado ahí. Que haya luz.
Personas que queriendo o no, enfrenten el rol de ser héroes. Que encuentren la fuerza, salud y sabiduría para cuidarse cuidando.
Personas que viven al día y que su sustento, este bajo amenaza. Reciban abrazos prohibidos y que encuentren en familias, amigos, paisano, vecinos y extraños la ayuda que haga falta o, al menos, reciban comprensión por hacer cosas que a otros nos parezcan indignas.
Viajeros atrapados en campos de refugiados, barcos, aeropuertos, ciudades ajenas y a veces hostiles. Que el amor de sus peregrinos acompañantes les dé cobijo.
Personas encerradas lejos de sus amantes, hijos, padres, parejas, fuentes de amor y calor. Que haya medios para el encuentro y que el encierro sea llevadero.
Personas encerradas con familiares, parejas, conocidos abusivos y en condición de violencia; que la guerrera o guerrero que vive en ti te proteja.
Personas hiperactivas que sufren el encierro como un tigre de sufre vivir enjaulado; que tengas recursos, amor y comprensión y que quienes te acompañen sepan lidiar con tu tormento.
Personas asustadas y defraudadas por la falsa promesa de seguridad y estabilidad ofrecida por el sistema. Que encuentren seguridad y luz en el poder divino, su poder interior o inteligencia.
Personas que ha invertido y corrido riesgos en sus proyectos de negocio o profesionales que están ahora peligro. Que haya fortuna, que la rueda de la vida los devuelva arriba; que el miedo sea llevadero y la crisis amable.
Personas frustradas por bodas, eventos sociales, deportivos, reuniones, encuentros académicos, viajes, espirituales cancelados o pospuestos; cada cancelación conlleva dolor, lamento si tu dolor es tratado como algo egoísta, superfluo o irrelevante, tú dolor es doloroso como lo es el mío. Que haya felices encuentros, danza en grupo, abrazos masivos, goles, canastas, anotaciones y gritos; que podamos celebrar tu banquete, que podamos darnos el saludo de la paz, meditar en grupo, tocar el muro de los lamentos y peregrinar; que podamos hablarnos de frente y que nunca se trivialice así la celebración en grupo, la ceremonia y el hermoso y necesario contacto de pieles.
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