Los nuevos guardianes
CARLOS ÁVILA PIZZUTO
En 1971 el Dr. Zimbardo realizó un experimento social.
En dicho experimento, al azar, se les asignó a un grupo de estudiantes el rol de guardias de una prisión y a otro el rol de prisioneros. Se les encargo a los guarias que mantuvieran el orden. Los estudiantes se volvieron extremadamente crueles. Los prisioneros se empezaron a revelar y fueron reprimidos con extinguidores de incendios. Tan grave la cosa que el experimento se detuvo.
Estoy en medio de la pandemia originada por un nuevo coronavirus. En los supermercados se tiene que cumplir un proceso de desinfección, llevar mascarilla, no ir en grupo, no ser persona de alto riesgo y se toma de temperatura. Los encargados de realizar este chequeo ahora son guardianes del orden y defensores de la salud.
Me ha tocado ver acciones de estos guardianes, algunos miembros de seguridad privada, a veces gerentes de la tiende, a veces empleados de piso, que se parecen a las acciones de un agente aduanal, un policía de migración o un policía de aeropuerto. Se ponen autoritarios, levantan la voz, agresivos, amenazantes, insultantes y corruptos (deme una lana y pasa con su señora). Y hay acciones de rebeldía, desobediencia y confrontación de las personas contra los guardias.
A nivel mayor, también se ha incrementado la vigilancia en los países y los gobiernos están adoptando medidas de guardianes del orden, llevando las acciones de control a niveles que me asustan (ley marcial, toque de queda, multa por el libre transito). Y la rebeldía también me inquieta (teorías de conspiración peligrosas, toma de riesgos de contagio, estafas, revueltas violentas...).
Veo una relación entre el comportamiento de los guardias del experimento y los nuevos guardianes de la salud y de los presos del experimento con la sociedad que se ve oprimida.
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