En la película “El Sustituto” (EASTWOOD, 2008) una mujer es enviada a un hospital psiquiátrico por la policía de Los Ángeles en un plan para callarla y desacreditarla ya que era un problema para el departamento de policía. En la actualidad en San Luis Potosí hay maestros que mandan a sus alumnos de primaria al médico porque evidencian su escasa competencia para educar a aquellos que no se entretienen en las largas y aburridas clase que dan.
¿Cómo usan las empresas y organizaciones las etiquetas psiquiátricas y cuasi-psiquiátricas para resolver problemas? El tema del uso de las mal llamadas “enfermedades mentales” como escusa es un problema serio y que no sólo permite abusos de poder sino que permea el ambiente con faltas de respeto. Ejemplos:
• “A esa maestra no le hagan caso es ‘bipolar’”
• “Cuidado con ese jefe es ‘neurótico’”
• “Sabes qué amiga lo que tienes es una muy baja ‘autoestima’”
• “Esa chava no se respeta tiene ‘anorexia’”
• “Nuestros gobernantes son ‘psicópatas’”
• “No se concentra porque es ‘himperactivo’ (o tiene TDAH, o lo que sea) ”
Parece que el uso de palabras, mal empleadas, les da permiso a las personas a criticar y a descalificar.
Uso este espacio para que consideren que la forma que otros tienen para enfrentar la vida es tan legítima como la nuestra aunque no nos guste o nos resulte difícil. Que quizás sea más útil decir: “No comprendo a la maestra”, “me asusta el carácter de mi jefe”, “Me entristece que hagas eso”, “me apura que no estés comiendo”, “no confió en mis gobernantes” o “no sé cómo educar a su hijo”. Así nos entenderemos mejor.
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CARLOS ÁVILA PIZZUTO
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