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El Paranoico que Llevas Dentro

   Dentro de lo entendido como funcional, habemos algunas personas que nos sentimos supervisados por los otros en el entorno. Vivimos esperando el castigo por algún pecado indefinido, quizá el original. Evitamos ser descubiertos como sujetos defectuosos de la creación. Imaginamos que los otros han montado un engaño majestuoso sólo para nosotros.

    Seguramente tiene relación con nuestra química; hemos vivido mensajes de doble vinculo; no dudo que lo hayamos aprendido en nuestra historia; me queda claro que hemos sido sujetos de la sobreprotección de nuestros padres y/ o autoridades; sé que tenemos creencias relacionadas con vivir en un entorno inseguro y es posible que así sea, a fin de cuentas no hay entornos perfectamente seguros.

   Lo que sí sé, es que creemos ser personas enormes y muy pequeñas, tan enormes que todo el mundo nos supervisa y nos cuida; y tan pequeñas que todo el mundo finge vernos como iguales cuando saben que somos viles objetos de su engaño. Nos engañan porque saben que somos tontos y nos quieren atrapar en sus juegos, nos engañan haciéndonos creer que nos quieren porque nos tiene lastima.

    Suponemos, en nuestro delirio, que hay un camino correcto y que deberíamos saber seguirlo. Nos aterra que descubran nuestras dudas. Tememos que nuestra fingida seguridad sea evidenciada. Por eso nos apegamos a teorías, a líderes, a posturas rígidas y a ideologías prediseñadas o diseñadas ad hoc. Para darnos seguridad, le damos valor de verdaderos a nuestros pensamientos sin estar de verdad seguros de ellos.

    Que se desvalore, critique o se juzgue nuestra manera de pensar es para nosotros un ataque a los pilares que sostienen nuestra vulnerable idea de seguridad. Reaccionamos histéricos ante comentarios distintos en calidad o forma a lo que queremos creer. En el fondo, nos aterra que otros no fortalezcan nuestras ideologías con su acuerdo. Suponemos que es culpa de otros que nuestra seguridad no sea absoluta y nos decimos que si no acuerdan con nosotros, es porque son irracionales.

    Decimos que nos persiguen porque hemos entendido una verdad trascendental a través de la razón, queremos creerlo, pero no es así, conocemos nuestro déficit.

    Damos por hecho que nos persiguen porque nunca supimos vivir como debíamos (creemos que hay una manera correcta de vivir),  porque fallamos en ser lo que se esperaba de nosotros, porque nacimos con el pecado original más grande, a decir, la ignorancia. No supimos vivir bien desde el principio, como pensábamos que debía ser. Creíamos que los demás sí tenían manual para la vida y nos daba miedo decir que nosotros no teníamos eso, que no nos entregaron al nacer el instructivo de usuario, que quizá no nos lo dieron porque no teníamos derecho a nacer. Y cada error, cada equivocación era evidenciar nuestro déficit, señal de que venimos al mundo sin derecho. Nos fuimos haciendo cobardes para hacer y empezamos a vivir en la espera interminable del castigo. Como quien sueña llegar a una reunión desnudo o que hace fila para subir a un avión sabiendo que no lleva pase de abordar. Somos inmigrantes ilegales del mundo, escondiéndonos de la "migra" o enseñando de lado a lado un falso pasaporte con la esperanza de que al exhibirlo mucho convenceremos a otros de su legitimad.

      Quien tiene fe en su actuar no tiene que reaccionar histérico a las criticas, quien sabe que su creencia es una máscara no grita como loco:"¡soy inocente!", "¡yo no fui"!, "¡juro que sí traía pasaporte!¡no sabía que era falso!", "¡me merezco este lugar"; y todo ese grito, toda esa histeria la expresa cuando nadie ha acusado o exigido nada. Quien se justifica sin acusación declara tener un delito, algo así dice Dostoievski en "Crimen y Castigo".

    Si como yo, sufres de esta forma de pensar hasta el punto de tenerte cansado e innecesariamente ansioso, ojala esto te sirva:


  1. Nadie puede saber el resultado de sus acciones antes de actuarlas. 
  2. El responsable es quien responde por sus acciones no quien hace sólo lo que da resultados deseables.
  3. El riesgo de equivocarse es inherente del hacer. 
  4. Ninguna teoría, ideología, filosofía o líder tienen una visión absoluta del panorama.
  5. Elegir creer en algo o alguien  no te quita la responsabilidad del impacto que tengan tus acciones justificadas por esa ideología o dirección.
  6. Responder por tus acciones no es negarte a defender tus necesidades argumentando que no las mereces por haberte equivocado. Por el contrario, responder por tus acciones es que si no resultan plenamente satisfactorias, te muevas de inmediato en la búsqueda de la satisfacción con otra elección.    
  7. No eres un personaje en un "Reallity Show". No se supone que te conviertas en lo que tu audiencia espera de ti. Eres dueño de tu vida y la perderás algún día, no porque te la hayas robado y los agentes del destino vengan a reclamarla, sino porque es tu naturaleza morir. “Hombre, acuérdate que polvo eres y que al polvo volverás”. Génesis, III, 19
  8. Los demás tampoco tiene manual para la vida, sólo eligen algunas guías  lo mismo que podemos hacer todos.
  9. Si un día se presentan ante ti los agentes de "Migración Trascendental"  con una acusación, entonces y sólo entonces, conoce la acusación, busca asesoría, defiéndete y si después de dar tu mejor defensa pierdes, entonces y sólo entonces, acepta tu castigo con dignidad. 
  10. Si no llegan dichos agentes, asume que eres libre y dueño absoluto de tu existencia para vivirla y gozarla como mejor creas.
  11. Deja que sea la ley quien ponga el castigo, no te adelantes maltratandote con remordimientos y sacrificios.
  12. No pediste nacer, no debes nada a nadie por tu vida.
  13.  Pero si aún así te sientes en deuda, y por lo tanto esclavizado elige: acepta tu esclavitud y vívela impecablemente o compra tu libertad como sea que sea necesario.
  14. Si un día descubres que has sido envenenado, no uses tus últimos suspiros para decir: "¡ Debí haber revisado mejor ese alimento!", sino que hayas vivido una vida que te lleve a decir: "¡Ha sido maravilloso haber vivido, me doy gracias por haberme comprado mi libertad!". 
Espero esto sea útil para el paranoico que vive en ti.

Si te identificas quizá te identifiques también con El amor y la belleza del cuerpo humano

CARLOS ÁVILA PIZZUTO
RASGO DE PERSONALIDAD PARANOIDE. 
¿Ya Leíste el Melancólico que Llevas Dentro

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#CentroRe



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