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| Consciencia de Límites Quizá crecerías más alto y fuerte si no pensaras que debes crecer en todas direcciones y de todas formas. CAP |
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| Atención No se puede amar si no conoces y no conoces si no eres tienes propiedad sobre tu poder de guiar tu atención. CAP |
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| Alegría La alegría es necesaria y no un adornos de la existencia. CAP |
INTRODUCCIÓN
Ser
o No Ser esa es la mismísima pregunta.
Te voy a pedir que imagines que eres una
máquina dispensadora; que las personas llegan con sus monedas, las depositan en
ti y tú les das lo que sabes dar. Quizá, sabes dar cariño, quizá sabes dar
dinero, quizá sabes dar reconocimiento, quizá sabes dar admiración, quizá sabes
dar confiabilidad, etc. ¿Te gusta está imagen? A ver, sigamos con la idea. La
siguiente parte del asunto de ser máquina es preguntarte ¿qué es lo que pides
como moneda de cambio? Quizá seas una máquina que da cariño a cambio de fiabilidad,
quizá seas una máquina que da confiabilidad a cambio de reconocimiento, quizá
una que da esfuerzo a cambio de admiración, quizá das ternura a cambio de cuidados,
quizá das fuerza a cambio de seguridad, sexo por estatus o pocos problemas a
cambio de privacidad. Por decir algo.
Podemos haber crecido con una carencia y
nos convertimos en máquinas que acumulan de otros eso que nos faltó, dando a
cambio aquello que a otros les haya faltado. Pensamos que manipulamos al otro
para darnos algo y a su vez el otro
piensa que nos manipula para que le demos algo. Somos máquinas expendedoras,
somos máquinas. ¿Somos máquinas?
A veces estamos tan identificados con la
máquina que jugamos ser, que incluso pensamos que eso somos y nos cegamos a ver que somos seres humanos, que tenemos el
don de crear y recrearnos, de inventarnos y reinventarnos. En el afán de llenar
un hueco perdemos el gozo de vivir, el gozo de ver al otro como un compañero de
camino, el gozo de voltear a nuestro alrededor y notar que a pesar de todas las
improbabilidades estamos vivos y flotando en un rincón del universo.
Quiero una vida llena de gozo, de gratitud,
de plenitud y he notado que para poder vivirla debo dejar de pensar que soy lo
que no soy, una máquina dispensadora, y vivir siendo lo que soy: un ser humano
que vive el privilegio de existir, que necesita dejar de ver a los otros como
dispensadores de bienestar para sí y verlos como lo que son, hermanos en el
camino de la vida.
¿Quieres como yo, hacer de tu vida una
experiencia grandiosa y digna y buscas un camino?
He aquí una sugerencia: Por muchos años he estado
buscando una guía que me ayude a hacer de mi relación con la vida, una
experiencia valiosa y grata. Creo que la imagen literaria que más me ha ayudado
a entender mi papel en el mundo es la que Friedrich Nietszche utiliza para
explicar el eterno retorno en el libro: La
Gaya Ciencia. Esta dice así:
El peso formidable. ¿Qué ocurriría si día y
noche te persiguiese un demonio en la más solitaria de las soledades,
diciéndote: “Ésta vida, tal como al presente la vives, tal como la has vivido,
tendrás que vivirla otra vez y otras innumerables veces, y en ella nada habrá
de nuevo; al contrario cada dolor y cada alegría, cada pensamiento y cada
suspiro, lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño de la vida, se
reproducirán para ti, por el mismo orden y la misma sucesión; también aquella
araña y aquel rayo de luna, también este instante, también yo. El eterno reloj
de arena de existencia será vuelto de nuevo y con el polvo del polvo”¿No te
arrojarías al suelo rechinando los dientes y maldiciendo el demonio que así te
habla?¿o habrías vivido el prodigioso instante en que podrías contestarle:
“eres un dios ¡jamás oí lenguaje más divino! ”Si este pensamiento arraigas en
ti, tal como eres, tal vez te trasformaría, pero acaso te aniquilará la
pregunta “¿quieres que esto se repita en innumerables veces?”¡Pesaría con
formidable peso sobre tus actos, en todo y por todo! ¡Cuánto necesitarías amar
entonces la vida y amarte a ti mismo para no desear otra cosa que esta suprema
y eterna confirmación![1]
Sin duda es un peso formidable ser responsable de volver mi existencia,
una que esté dispuesto a vivir eternamente. Pero la propuesta existencial de
Nietzsche es una gran guía para determinar mi cómo vivir. Es simple, ¿cómo debo
vivir este momento, este día, este año, esta vida? La respuesta sería: de una
forma que me gustará vivirlo o vivirlos eternamente. En base a esta idea, me
animo a escribir un curso de autoayuda, de esos que a veces
he apreciado tanto y otras he despreciado tanto.
Si tú estás interesado en hacer que tu vida cuente y quieres
comprometerte a transformar el demonio del eterno retorno en una divinidad, podrás
explorar si hay ideas, emociones o conductas que te tengan atrapado en una
existencia: aburrida, resentida, vacía, indigna, asfixiante, agotadora,
insignificante o melancólica. Y podrás cuestionar esas ideas y buscar unas más
valiosas; podrás trabajar en aprender recursos para gestionar tu vida emocional
con su riqueza y el control de las pasiones destructivas; y podrás plantear
acciones que contribuyan a que tu vida sea maravillosa.
Exploraremos nueve ideas, a decir: Alegría, dolor, colaboración,
disciplina, acción transformadora del entorno, autoafirmación, consciencia,
generosidad y logro. Cada una de ellas, significa para nosotros, un elemento de
la vida digna de ser vivida. Pero hay que tener cuidado, probablemente has
estado construyendo tu existencia sobre una base en la que aspiras a llenarte
de una o varias de estas ideas. Y por ejemplo, te sientas orgulloso de lo mucho
que te diviertes, de lo bien que pones atención etc. y resulta que esas ideas que
tanto orgullo te dan son las que te vuelven máquina.
Creo que identificarnos con alguna o algunas de estas ideas en realidad
contribuye a que tu vida se vuelva rutinaria. Aquel que dice “yo soy alegre” ¿dónde
deja su posibilidad de estar en el dolor o cómo puede disciplinarse a hacer
cosas desagradables? “Todo en
exceso destruye, hasta la virtud”, oí decir un día, en la televisión a Facundo
Cabral.
Confío en que la posibilidad de acceder a cada uno de estos conceptos te
permitirá llevar una vida feliz.
Puedes usar este libro como gustes, leerlo y no hacer los ejercicios, leerlo
y hacer los ejercicios, empezar por el capítulo que prefieras, terminarlo en
una sentada, dejar los ejercicios para después, hacerlos conforme los vayas
encontrando, tú sabes mejor que nadie cómo usarlo. Pero sí me gustaría decirte
que cada parte del libro tiene varios ejercicios, algunos de ellos son para que
trabajes con tu pensamiento, otros para que trabajes con tus sentimientos y
otros para que hagas una actividad práctica en tu vida; pienso que sólo se
puede tener un aprendizaje integral si se integra el hacer, el sentir y el
pensar. También podrás encontrar algunas historias basadas en personas reales
que, confío, ayudarán a que puedas visualizar mejor lo que digo teóricamente.
¡Bienvenido a la aventura de vivir cada
día como si fuera a ser eterno!
[1] Martines,
Yaqui Andrés. Filosofia Existencial para Terapeutas y Uno que Otro Curioso. México, Ediciones
LAG 2008
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