EL DOMINIO DEL CUERPO- Cuentos de Solidona 8
Por Carlos Ávila Pizzuto
(Viene del cuento 7 de Solidona "Un Dios de Carne y Hueso")
(CONOCE EL PRIMER EPISODIO: "Sobre la Desintegración de Ordi")
La tarde que Solidona nos habló del Dominio del Cuerpo estaba sufriendo de intensos dolores de cabeza que no podía ocultarnos. Aún así y con la túnica mal puesta solicitó la voz de Solidona la Original y habló así:
Les habla Solidona, canal de la Original del mismo nombre.
Ordin, corporalizado era apremiado por sufrimiento inimaginable. El ímpetu del deseo vivo en su corporalidad era más doloroso de lo que era siendo cuerda.
En una ocasión, rezando su oración, intentó arrancarse los testículos para liberarse del calor que en cuerpo provocaban, pero el intenso dolor que le provocaba jalárselos le hizo imposible concretar la tarea.
¡Maldita sea, hacerse de partes para liberarse de ellas y no poder hacerlo!
Su única forma de lidiar con su dolor era orar y lavarse, su cuerpo producía secreciones ya que tomaba, en el acto de respirar, vitalidad del cosmos y al aprovecharla en su cuerpo se deterioraba y se expulsaba en sustancias olorosas y viscosas que le daban asco y estimulaban su deseo. Quitarse todo eso de su piel ocupaba su tiempo y hacer.
Permanentemente expresaba rabia por su debilidad y acusaba a Nada de sus impulsos. Aprendió pronto a que mutilar, moderadamente le cuerpo provocaba en Él dolor y que al sentir dolor su alma se alejaba del deseo corporal. Esa fue la estrategia que Ordin utilizó para mantener el cuerpo a raya, lastimarlo.
Cortadas, punciones, presiones, golpes… dejar de tomar del cosmos, evitar las secreciones, dominar las secreciones fueron las formas que Ordin encontró para controlar su cuerpo y dejar a su Ser separado del deseo.
Timpo observaba a Ordin carnal y se preguntaba sobre si era en realidad un ser superior, su cuerpo parecía más una debilidad que una manifestación de divinidad, el tiempo le hizo dudar de las Leyes de Ordin y se fue tímidamente aproximando a Dista más de lo aceptado por Ordin.
Por su parte, en nuestra percepción humana del tiempo, tomó milenios para que Dista por fin reconociera que Ordin era un tirano y que Solidona era una de la originales. Que nadie tenía derecho a desterrarla, que en realidad no había manera de saber qué desagarró a Ordi y que el miedo era la causa de que Ordin nunca se hubiera hecho en el amor.
Timpo y Dista en su rebelión se hicieron en el amor con Solidona declarando así su desprecio a las Leyes de Ordin.
En ese mismo lapso, Ordin se aplicó increíbles torturas y se repetía millones de veces la oración de la restricción absoluta. Una y otra vez lavaba su cuerpo para liberarlo de sus secreciones y una y otra vez se volvía a ensuciar. Sus rituales casi lo hicieron olvidarse de sus padres excepto cuando los citaba para repetirles las Perfectas Leyes que él desarrolló.
Estando distraído en su purificación permanente, no pudo darse cuenta que Dista llevaba un nuevo Ser en su centro.
De dista se hizo a la luz una niña. Ella nació con cuerpo y Timpo y Dista la aclamaron como su nueva Diosa salvadora del dominio despótico de Ordin.
Solidona lamentó esa aclamación de manera profunda ¿Por qué no simplemente dejarla ser?
La nueva Diosa se llamó Solinde y sin que nadie le hablara de Ordi y sus Leyes se empezó a hacer en el amor con sus tres padres y en total libertad.
Cuando Solidona quiso explicarle a Solinde, su amada hija auqello que sabían que era la verdad,es decir, que es posible que se deje de ser para ser nada; que puede usar su Ser para existir plena y en el amor; y que solo ese amor podría liberar a Ordin, un Dios-Hombre aterrado de su Ser, era el amor, Dista la detuvo. Le dijo que Solinde debe crecer ignorando lo temible para no volverse una tirana. Debe crecer creyendo que es eterna y que no hay mal.
Solidona que sentía en su centro el corazón de Solinde, sabía que el miedo ya existía y que ella necesitaba saber su origen, que le inquietaba su dependencia a lo que inhalaba del cosmos y que no creía que todo en el espacio era amor.
Dista convenció a Timpo de alejar a Solinde de Solidona y está por segunda ocasión fue enviada al destierro.
Me despido y vivan con el amor cerca de sus actos.
(TE INVITO A CONOCER UNA NOVELA GRATUITA SOBRE LA BÚSQUEDA DE LAFE)
Por Carlos Ávila Pizzuto
(Viene del cuento 7 de Solidona "Un Dios de Carne y Hueso")
(CONOCE EL PRIMER EPISODIO: "Sobre la Desintegración de Ordi")
La tarde que Solidona nos habló del Dominio del Cuerpo estaba sufriendo de intensos dolores de cabeza que no podía ocultarnos. Aún así y con la túnica mal puesta solicitó la voz de Solidona la Original y habló así:
Les habla Solidona, canal de la Original del mismo nombre.
Ordin, corporalizado era apremiado por sufrimiento inimaginable. El ímpetu del deseo vivo en su corporalidad era más doloroso de lo que era siendo cuerda.
En una ocasión, rezando su oración, intentó arrancarse los testículos para liberarse del calor que en cuerpo provocaban, pero el intenso dolor que le provocaba jalárselos le hizo imposible concretar la tarea.
¡Maldita sea, hacerse de partes para liberarse de ellas y no poder hacerlo!
Su única forma de lidiar con su dolor era orar y lavarse, su cuerpo producía secreciones ya que tomaba, en el acto de respirar, vitalidad del cosmos y al aprovecharla en su cuerpo se deterioraba y se expulsaba en sustancias olorosas y viscosas que le daban asco y estimulaban su deseo. Quitarse todo eso de su piel ocupaba su tiempo y hacer.
Permanentemente expresaba rabia por su debilidad y acusaba a Nada de sus impulsos. Aprendió pronto a que mutilar, moderadamente le cuerpo provocaba en Él dolor y que al sentir dolor su alma se alejaba del deseo corporal. Esa fue la estrategia que Ordin utilizó para mantener el cuerpo a raya, lastimarlo.
Cortadas, punciones, presiones, golpes… dejar de tomar del cosmos, evitar las secreciones, dominar las secreciones fueron las formas que Ordin encontró para controlar su cuerpo y dejar a su Ser separado del deseo.
Timpo observaba a Ordin carnal y se preguntaba sobre si era en realidad un ser superior, su cuerpo parecía más una debilidad que una manifestación de divinidad, el tiempo le hizo dudar de las Leyes de Ordin y se fue tímidamente aproximando a Dista más de lo aceptado por Ordin.
Por su parte, en nuestra percepción humana del tiempo, tomó milenios para que Dista por fin reconociera que Ordin era un tirano y que Solidona era una de la originales. Que nadie tenía derecho a desterrarla, que en realidad no había manera de saber qué desagarró a Ordi y que el miedo era la causa de que Ordin nunca se hubiera hecho en el amor.
Timpo y Dista en su rebelión se hicieron en el amor con Solidona declarando así su desprecio a las Leyes de Ordin.
En ese mismo lapso, Ordin se aplicó increíbles torturas y se repetía millones de veces la oración de la restricción absoluta. Una y otra vez lavaba su cuerpo para liberarlo de sus secreciones y una y otra vez se volvía a ensuciar. Sus rituales casi lo hicieron olvidarse de sus padres excepto cuando los citaba para repetirles las Perfectas Leyes que él desarrolló.
Estando distraído en su purificación permanente, no pudo darse cuenta que Dista llevaba un nuevo Ser en su centro.
De dista se hizo a la luz una niña. Ella nació con cuerpo y Timpo y Dista la aclamaron como su nueva Diosa salvadora del dominio despótico de Ordin.
Solidona lamentó esa aclamación de manera profunda ¿Por qué no simplemente dejarla ser?
La nueva Diosa se llamó Solinde y sin que nadie le hablara de Ordi y sus Leyes se empezó a hacer en el amor con sus tres padres y en total libertad.
Cuando Solidona quiso explicarle a Solinde, su amada hija auqello que sabían que era la verdad,es decir, que es posible que se deje de ser para ser nada; que puede usar su Ser para existir plena y en el amor; y que solo ese amor podría liberar a Ordin, un Dios-Hombre aterrado de su Ser, era el amor, Dista la detuvo. Le dijo que Solinde debe crecer ignorando lo temible para no volverse una tirana. Debe crecer creyendo que es eterna y que no hay mal.
Solidona que sentía en su centro el corazón de Solinde, sabía que el miedo ya existía y que ella necesitaba saber su origen, que le inquietaba su dependencia a lo que inhalaba del cosmos y que no creía que todo en el espacio era amor.
Dista convenció a Timpo de alejar a Solinde de Solidona y está por segunda ocasión fue enviada al destierro.
Solinde vivió sus primero siglos engañada en cuanto al origen de sus padres y en cuanto a qué había pasado con Solidona. Solinde, pensaba que Solidona era solo un sueño y que su miedo era una debilidad de su corazón que nadie debía conocer y que menguaba cuando Timpo y Dista la alababan y adoraban como su verdadera Diosa.
Ustedes que escuchan piensan, si su mente está viva, que es absurdo que Solidona sea tan mal tratada pero yo les pregunto ¿Cuántas veces al día destierran al amor de su corazón?
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