Hacemos campaña y al hacerlo legitimamos el sistema "democrático", promovemos el voto y luego cuando sale como sale ¿Nos ponemos de luto? No voté por el que ganó y no quería que ganara pero ganó y hay millones de personas que así lo querían y ellas valen tanto como yo. Me rehúso a insultar a la gran cantidad de mexicanos que confió en la opción de EPN. Y, en el otro lado de la moneda, me molesta que los ganadores insulten a los que esperábamos otro resultado y nos acusen de perdedores y nos adviertan humillaciones porque fue un orgullo para la mayoría de los mexicanos validar otra alternativa porque no teníamos motivos para confiar en el PRI.
Todos, al votar por uno u otro, al anular, o al no ir a votar, o al marchar en silencio, o al llorar con su candidato, o al crear #yo soy132, o al organizar un tercer debate, o al ayudar montar casillas y contar votos, o al aprender a escuchar opiniones en medios diversos, o al vivir nuestra búsqueda de una sociedad más justa en el trabajo y en la vida: hicimos valer nuestras voces. Si tu candidato no ganó, no es que hayas perdido, solo pierde el que cree que al ganar... ya venció.
Carlos Ávila Pizzuto
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