Hoy (15 de mayo 2013 día del maestro) vi una imagen donde se mostraba un niño humillado y regañado por una maestra, los padres del menor apoyaban el maltrato. A continuación aparece una imagen de un niño sonriente humillando a su maestra con una mirada de desdén mientras los padres lo apoyan exigiendo un cambio a una nota más favorable. El texto de la primera imagen decía: "Educación hace veinte años" y la segunda, "Educación ahora". Abajo de la primera imagen hay un hombre vestido de traje con la leyenda, "Empresario exitoso" y en la otra, había abajo una imagen de un indigente con la leyenda: "Su futuro". Esto propone que humillar a un niño le puede servir para volverse exitoso y que humillar a los maestros es condenarse al fracaso.
Está claro que quienes promueven está imagen están generando un engaño, la educación basada en someter y humillar no necesariamente produce ciudadanos exitosos, sino, más probablemente, temerosos, fríos o desesperanzados, aquellos que resultan exitosos a niveles más allá de ser esclavos de un trabajo, no siempre lo aprendieron a hacerlo en la escuela, quizá los padres ayudaron, quizá maestros muy especiales, quizá guías extra muros, condiciones de la vida pero la institución escolar enseñando a humillarse, no puede atribuirse el mérito. Por otro lado, está claro para mí, que sobre-proteger a los hijos o enseñarles a humillar a las personas que trabajan para ellos, no contribuye a que sean seres sociales, competentes para la vida. Hay que ver ambas posturas como basadas en búsquedas muy diferentes al desarrollo humano integral del estudiante.
Cuando los maestros añoran la época dorada donde podían usar a sus alumnos como títeres no están pensando en el desarrollo, están pensando quizá en su comodidad, en la simplicidad. Cuando la única alternativa a dicho abuso es que el alumno aprenda a abusar y humillar, no hay avance.
Basado en lo que Abaraham Maslow, Carl Rogers, Claudio Naranjo, Paulo Freire, Howard Gardner, Lawrence Kohlberg, Humberto Maturana, Ken Wilber y otros han explicado y a mi experiencia, lo que hace falta una educación que contribuya a los siguientes objetivos:
Está claro que quienes promueven está imagen están generando un engaño, la educación basada en someter y humillar no necesariamente produce ciudadanos exitosos, sino, más probablemente, temerosos, fríos o desesperanzados, aquellos que resultan exitosos a niveles más allá de ser esclavos de un trabajo, no siempre lo aprendieron a hacerlo en la escuela, quizá los padres ayudaron, quizá maestros muy especiales, quizá guías extra muros, condiciones de la vida pero la institución escolar enseñando a humillarse, no puede atribuirse el mérito. Por otro lado, está claro para mí, que sobre-proteger a los hijos o enseñarles a humillar a las personas que trabajan para ellos, no contribuye a que sean seres sociales, competentes para la vida. Hay que ver ambas posturas como basadas en búsquedas muy diferentes al desarrollo humano integral del estudiante.
Cuando los maestros añoran la época dorada donde podían usar a sus alumnos como títeres no están pensando en el desarrollo, están pensando quizá en su comodidad, en la simplicidad. Cuando la única alternativa a dicho abuso es que el alumno aprenda a abusar y humillar, no hay avance.
Basado en lo que Abaraham Maslow, Carl Rogers, Claudio Naranjo, Paulo Freire, Howard Gardner, Lawrence Kohlberg, Humberto Maturana, Ken Wilber y otros han explicado y a mi experiencia, lo que hace falta una educación que contribuya a los siguientes objetivos:
- Desarrollar una inteligencia cognitiva o científica, que este para conocer la naturaleza y la sociedad, tal y como está; que permita elaborar nuevas teorías sobre la naturaleza y la humanidad basadas en observaciones de las cosas como son y que permita imaginar alternativas transformadoras de las cosas como son cuando son insuficientes para el bienestar y desarrollo humano; que sepa cuantificar y clasificar datos relativos a sus observaciones.
- Desarrollar una inteligencia emocional que contribuya a construir relaciones sociales amorosas y colaborativas; que identifique las expectativas del otro para coordinarse y crear sinergias productivas; que vuelva a los sentimientos aliados en proceso de reconocer límites, necesidades y motivos. Una inteligencia emocional que contribuya a la motivación para una vida más rica y satisfactoria.
- Desarrollar una inteligencia motriz que permita una gestión auto inducida de la conducta, que discipline el hacer en relación a las necesidades y motivos del sujeto; que permita esperar y poner atención cuando no hay acción necesaria en el momento y destreza para hacer con las manos y el cuerpo lo necesario para manipular el mundo.
- Desarrollo de una inteligencia social en la que los estudiantes aprendan a ver al otro como parte de sí mismo, que sepan resolver conflictos con la palabra, que sepan hacer justicia restaurativa, que puedan expresar sus carencias con responsabilidad.
- Desarrollar una inteligencia ecológica, ayudándolo a imaginar y crear proyectos productivos rentables y sustentables.
- Ayudar al estudiante a entender qué es dueño de sus inteligencias para poder responder al mundo con creatividad y no un sujeto esclavo de sus pensamientos, sentimientos, cuerpo y sociedad.
- Facilitar que el estudiante sea consciente de sus inteligencias más desarrolladas, más estereotipadas y menos desarrolladas para que tenga un plan de desarrollo personal que lo guíe en una vida que le resulte atractiva, retadora, satisfactoria y trascendente.
- Disolver las barreras entre inteligencias para volverse un ser que experimenta integralmente su relación con el mundo y es responsable de sus acciones sobre este.
- Está educación debe ser contenida en un entorno de aprecio, confianza y ternura por el estudiante completamente libre de imposición de creencias o valores.
- La conversación ocupará más tiempo que el dictado.
- El espacio educativo debe presentar retos al estudiante para que pueda colaborar y superar la fijación a estadios egocéntricos, familiocéntricos, etnocéntricos o mundicéntricos para saber habitar la relación con sí mismo, con la familia, con la comunidad y con la vida de manera flexible y consciente de que todo esta en continuidad y todo termina.
- Sobre todo, la educación debe ser voluntaria y accesible a todos, quizá aquellos que decidan no formarse, irán reconociendo que viven limitados en relación con quienes sí los hagan o quizá sea al revés, no hay certeza.
Me encantaría que esto sirva para inspirar a algunos a desear una educación empoderadora para sí mismos, sus hijos y sus alumnos.
Carlos Ávila Pizzuto
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