¿Cómo me vuelvo exitoso?¿Cómo me vuelvo feliz?¿Cómo me vuelvo perfecto?¿Cómo me vuelvo autentico?¿Cómo me vuelvo ideal?¿Cómo me vuelvo poderoso?¿Cómo logro la armonía?¿Cómo vivo en la verdad?¿Cómo encuentro la seguridad?
Preguntas que me han acompañado en la vida y que buscan resolver otras que me aterran más, como aquellas que me hacia desde los seis años y que hoy sé que han acompañado a muchos desde esa misma edad, a decir: ¿Qué significa estar vivo?, ¿si me muero importa en algo o todo sigue igual?, ¿y si no hay cielo?, ¿si no logro hacer algo valioso de mi vida?, ¿cómo ser lo que esperan de mi?,¿si sí hay infierno?, ¿si no logro mantenerme?, ¿si nunca consigo pareja?, ¿si nadie me da trabajo?, ¿si un día me quedó sin nadie?,¿si nadie me quiere?, ¿si me equivoco de religión?, ¿si Jesús no es hijo de Dios?, ¿cómo me iré de vacaciones si yo no sé llegar a ningún lado, si mi papá es el que sabe?, ¿si yo en realidad no soy bueno?, ¿y si me vuelvo loco?, ¿si se acaba el mundo?, ¿si me da cáncer?
Tantas preguntas y tantos deseos de que haya un camino que evite la duda, la enfermedad, la soledad, el castigo, la muerte...
El problema es que yo creo que depende de mi... cada día 6000 000 000 de personas toman decisiones que afectan todas las demás, la más simple como la hora de salir de casa puede afectar en que tenga o no tengan un accidente, ese accidente puede cambiar las decisiones de miles y el rumbo del mundo. No creo exagerar, aun cuando hay cierto poder de proyectar el futuro en los humanos, aun cuando tenemos la inteligencia de retomar el rumbo, estamos expuestos a movimientos iniciados en otra parte del mundo, eso sin incluir, cambios climáticos, terremotos, accidentes espaciales, enfermedades, etc.
¿Cómo puedo estar seguro de mis logros?¿cómo puedo saber qué impacto tendrán mis acciones más allá de mi? Lo que hago cambia todo. Mi existencia como observador altera lo que observo y mis acciones rumbo a un plan alteran las condiciones en las que el plan era válido.
Cada acción en mi mundo escapa a la certeza del resultado y el resultado deseado no garantiza el bienestar buscado en ese deseo. ¿Cómo vivir sin certeza? ¿Cómo vivir sabiendo que el mundo cambia a cada instante y que lo que era ya no es ta cual era? ¿Cómo responder al presente cómo es sin añorar que sea como fue?
Creo que me ayuda entender la idea de ser inteligente y creativo, la capacidad de improvisar a lo que me da el mundo, proyectar mi futuro sabiendo que haré mi parte pero que no depende sólo de mí que así sea, que a menudo lo que ocurre es más interesante que lo quise que ocurriera. Esto me da tranquilidad, aunque hay días y noches oscuras del alma que me atormentan con posibilidades terroríficas... quizá ya eche andar las ruedas de mi sufrimiento, quizá ya elegí el camino del fracaso, de la muerte y no lo he notado.
Trato en esos momentos recordar que ese futuro no tiene que ser y que sí, sin duda, algún día la muerte me encontrará, pero mi posibilidad es seguir eligiendo alternativas y creando posibilidades, co-construyendo de manera que mi co-construir sea un gozo, que sea en congruencia con mis disposiciones, que sea creándole valor a mi ser en relación con ustedes y si la muerte me encuentra no sea porque yo fui a buscarla, sino porque se encontró conmigo cuando yo vivía.
Que salga como debe salir, que mi libertad sea el aceptar que lo que elijo co-crea lo que co-crea y no tendría porque haber co-creado otra cosa. Elegí esta vida sin saber que así sería y me coloco en el entender que como es, es justo como debe ser.
Carlos Ávila Pizzuto
Facebook.com/CentroRe
@carlosavilap
#HablandoPaz
#CentroRe
Preguntas que me han acompañado en la vida y que buscan resolver otras que me aterran más, como aquellas que me hacia desde los seis años y que hoy sé que han acompañado a muchos desde esa misma edad, a decir: ¿Qué significa estar vivo?, ¿si me muero importa en algo o todo sigue igual?, ¿y si no hay cielo?, ¿si no logro hacer algo valioso de mi vida?, ¿cómo ser lo que esperan de mi?,¿si sí hay infierno?, ¿si no logro mantenerme?, ¿si nunca consigo pareja?, ¿si nadie me da trabajo?, ¿si un día me quedó sin nadie?,¿si nadie me quiere?, ¿si me equivoco de religión?, ¿si Jesús no es hijo de Dios?, ¿cómo me iré de vacaciones si yo no sé llegar a ningún lado, si mi papá es el que sabe?, ¿si yo en realidad no soy bueno?, ¿y si me vuelvo loco?, ¿si se acaba el mundo?, ¿si me da cáncer?
Tantas preguntas y tantos deseos de que haya un camino que evite la duda, la enfermedad, la soledad, el castigo, la muerte...
El problema es que yo creo que depende de mi... cada día 6000 000 000 de personas toman decisiones que afectan todas las demás, la más simple como la hora de salir de casa puede afectar en que tenga o no tengan un accidente, ese accidente puede cambiar las decisiones de miles y el rumbo del mundo. No creo exagerar, aun cuando hay cierto poder de proyectar el futuro en los humanos, aun cuando tenemos la inteligencia de retomar el rumbo, estamos expuestos a movimientos iniciados en otra parte del mundo, eso sin incluir, cambios climáticos, terremotos, accidentes espaciales, enfermedades, etc.
¿Cómo puedo estar seguro de mis logros?¿cómo puedo saber qué impacto tendrán mis acciones más allá de mi? Lo que hago cambia todo. Mi existencia como observador altera lo que observo y mis acciones rumbo a un plan alteran las condiciones en las que el plan era válido.
Cada acción en mi mundo escapa a la certeza del resultado y el resultado deseado no garantiza el bienestar buscado en ese deseo. ¿Cómo vivir sin certeza? ¿Cómo vivir sabiendo que el mundo cambia a cada instante y que lo que era ya no es ta cual era? ¿Cómo responder al presente cómo es sin añorar que sea como fue?
Creo que me ayuda entender la idea de ser inteligente y creativo, la capacidad de improvisar a lo que me da el mundo, proyectar mi futuro sabiendo que haré mi parte pero que no depende sólo de mí que así sea, que a menudo lo que ocurre es más interesante que lo quise que ocurriera. Esto me da tranquilidad, aunque hay días y noches oscuras del alma que me atormentan con posibilidades terroríficas... quizá ya eche andar las ruedas de mi sufrimiento, quizá ya elegí el camino del fracaso, de la muerte y no lo he notado.
Trato en esos momentos recordar que ese futuro no tiene que ser y que sí, sin duda, algún día la muerte me encontrará, pero mi posibilidad es seguir eligiendo alternativas y creando posibilidades, co-construyendo de manera que mi co-construir sea un gozo, que sea en congruencia con mis disposiciones, que sea creándole valor a mi ser en relación con ustedes y si la muerte me encuentra no sea porque yo fui a buscarla, sino porque se encontró conmigo cuando yo vivía.
Que salga como debe salir, que mi libertad sea el aceptar que lo que elijo co-crea lo que co-crea y no tendría porque haber co-creado otra cosa. Elegí esta vida sin saber que así sería y me coloco en el entender que como es, es justo como debe ser.
Carlos Ávila Pizzuto
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