SUPERMAN Y RAPUNZEL
M. Carlos Ávila Pizzuto
Psicoterapeuta
SUPERMAN DC COMICS
La Miss de Cuarto
Te amo, eres maravillosaMe gusta verte y sentirte cercaTu existencia hace mejor la mía¿Cómo agradecer?¿Decirte gracias sería suficiente?¡No puedo imaginar que sea así!¿Decir te quiero es suficiente?¡NO, en este mundo no lo es!¿Llevarte un regalo el 5 de mayo?¡No, todos lo hacen!Tengo que ser especial.¿Y si viene un monstruo malvado?¿Y si extraterrestres nos atacan?¿Y si la tierra se abre para tragarnos?¿Y si un fuego nos quiere devorar?Si algo de eso pasaraY yo pudiera volarSi fuera de aceroSi mi mirada lanzara rayos laserY entonces yo, solo yoPudiera salvarte, mi miss¡Así podrías saber!¡Así apenas sería suficiente!¡Así, sería decirte gracias!
CAP
Tengo ganas de compartir mi proceso de irme haciendo psicoterapeuta y no sé, quizá a alguna persona joven que quiera ser psicoterapeuta o una no tan joven pero que igual quiera empezar este camino, mis reflexiones le pueden ayudar. También tengo ganas de ir conociendo las historias de colegas que quieran compartir su camino conmigo y con quienes quieran leernos.
#2
Sí, la miss de cuarto (que fue la mismas que en primero, he de decir) fue importante y mis fantasías de desastres que la pusieran en peligro y de mis superpoderes para salvarla eran compañía frecuente en mi pensar. Recuerdo pasar todo mi recreo en cuarto de primaria fantaseando con monstruos, terremotos, tormenta, extraterrestres que querían hacerle daño a Miss Tere y yo salvándola con mi fuerza infinita.
Hace algunos meses Beatriz Trujillo, una terapeuta y amiga, me dijo que no era cosa poco frecuente que niños y niñas temerosos tuviéramos fantasías de tener dones especiales que nos volvieran al fin, seres especiales y fuertes. En mi caso, ese ser alguien especial me permitiría tener acceso al amor, admiración y respeto de todo el mundo y me permitiría además una venganza. La venganza consistiría en que aquellos que me despreciaban por ser tímido o miedoso se arrepentirían mucho cuando fueran testigos de mi poder y bondad.
Hace unas semanas en una sesión de la terapia que estoy llevando (a distancia, en las condiciones especiales por la pandemia de COVID19 -señalo esto porque no suele considérese psicoterapia o terapia cuando es a distancia-), me dijo algo el Dr. Yaqui Martínez que le parecía que ese niño con anhelo de súper poderes se estaba entrenando desde entonces como psicoterapeuta. Y de pronto lo vi claro, desde los 9 años quería salvar a mis padres de sus problemas, así como a mi maestra de sus peligros, al menos los imaginados por mí.
¡Yo empecé a buscar desde entonces, cómo salvar a las personas de sus problemas!
Hace 10 años llegó a mi consultorio Rapunzel mexicana. Bella, cabello largo y negro, ojos oscuros y profundos con un brillo especial que dejaba traslucir un alma llena de calor y un dejo de tristeza.
Ella estaba escribiendo, en aquel entonces, una tesis para titularse de su licenciatura en filosofía. Le gustaban mucho los libros y los hombres. Solía devorar libros y lanzar su larga cabellera desde la ventana de su torre para que hombres treparan cuando su madre no estaba y fueran, también devorados para luego ser lanzados desde la ventana. No quería una relación pesada. Recuerdo que citaba con frecuencia a Milan Kundera, específicamente solía decir inspirada en la Insoportable Levedad del Ser, que su vida era ligera, leve, tan ligera, tan leve que su ligereza le resultaba pesada y su peso insoportable.
Yo amaba ser terapeuta de Rapunzel, ella era y supongo es, agradable, inteligente, sensual, honesta y dispuesta a reflexiones profundas, no sólo sobre la vida y la existencia en general, sino sobre su vida y existencia privada. Las horas pasaban rápidas con ella y estaba contento de saber que me tocaba sesión con ella.
Una de las reflexiones que conversamos un día fue que no solo le pesaba la liviandad de ser, sino que le pesaba una relación de mucha dominación y supervisión de su madre sobre ella.
- ¿Cómo voy a querer quedarme con un hombre más de unas horas si ya es demasiado peso tener una relación con una madre que espera todo de mí? - Me preguntó una tarde Rapunzel Mexicana.
-Supongo que la experiencia con tu madre te ha enseñado que ser amada y amar es vivir en una relación de dominación, supervisión y exigencia - le propuse yo.
Pasamos varios meses en su proceso y yo me estaba sintiendo cada vez más como un Superman que podía liberar a Rapunzel de las garras de una madre bruja malvada. Mi súper poder era crear un entorno seguro donde fuera aceptable para mí, persuadirla de cortar el cordón umbilical con su madre "que se colgaba de ella" y desde la libertad, pudiera buscar relaciones de amor más ricas. Seguramente, pensaba yo, cuando pueda vivir fuera de la torre podrá ver a su madre con otros ojos y encontrar a su madre nutricia.
Lo que ocurrió, fue otra cosa. Un giro inesperado por mí.
La madre bruja, era más poderosa que yo. Se metió con engaños a mi consultorio y me contó una historia extraña. No recuerdo todo bien, pero lo que sí recuerdo es que ella salió de mi consultorio y le fue a decir a Rapunzel que había hablado conmigo y me había explicado que ella era una gran madre y Rapunzel era una hija malagradecida y que yo, su terapeuta, le había creído.
Eso lo sé porque Rapunzel volvió a una sesión más, me dijo que el haber hablado con su madre constituía un acto de alta traición de mi parte, quise explicar... No fue mi culpa, ella no se identificó, no le creí, etcétera. Pero mis superpoderes no estaban.
Rapunzel nunca volvió y yo descubrí la kriptonita... No, la verdad descubrí que no tengo súper poderes, que no soy Superman pero se me olvida muy seguido. Aún quiero ayudar, aún quiero el bienestar de mis clientes ¿Podré hacerlo siendo más bien como un Chapulin Colorado?
MI RESUMEN EN VÍDEO
ESTA SERIE ESTÁ DEDICADA A
IRVIN YALOM
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