FEMINISMO DECONSTRUIDO
CARLOS ÁVILA PIZZUTO
Jaques Darrida le dio un golpe al mundo de
la filosofía al explicar que si colocas un concepto como central (el que tenga
más asociaciones) en un texto, los demás conceptos (los que tengan menos
asociaciones) quedarán subordinados jerárquicamente al central (Powell, 1997) . Así cuando alguien
escribe la historia lo hace colocando centros y marginando elementos.
Las feministas han encontrado que si la
cultura pone su centro en el patriarcado, lo femenino y las mujeres quedan
desplazadas del centro. Así mucha de la historia de la humanidad es contada
poniendo al hombre en el centro y la interpretación femenina de los fenómenos
históricos queda ignorada o contada desde la perspectiva del género dominante.
Por ejemplo la idea de que las mujeres y las hembras homínidas de la
prehistoria no casaban y tenían roles exclusivamente de cuidadoras es una
interpretación hecha exclusivamente por hombres en un momento histórico en que
el pensar femenino estaba completamente marginado. Estudios que incorporan
mujeres dan interpretaciones nuevas a las evidencias antropológicas y nos
permiten entender que el desarrollo y evolución de nuestra especie fue
impulsado en gran medida por las hembras homínidas y las primeras mujeres.
Interpretaciones que se daban por verdaderas cuando son leídas desde otra
perspectiva dan interpretaciones completamente novedosas. (Adovasio
& Soffer, 2008)
El feminismo ha usado la deconstrucción
para soltar de la idea de que “ser mujer” es algo rígido y que tiene que ser
como la cultura dominante ha determinado
que sea. Que lo que se entiende como mujer en la historia es una “construcción”
y no es una determinación de la naturaleza. Por lo que, como planteaba Simone de Beauvoir, el ser mujer lo determina
lo que hacen las mujeres con sus respuestas libreas al entorno.
Por otro lado en el proceso de ir recontando la historia desde
perspectivas feministas se ha ido construyendo la idea de que los hombre somos
“de naturaleza” insensible, dominante, posesiva, animalesca, involucionada e
inmadura. Hombres y mujeres que han crecido y se han desarrollado en ambientes
feministas han leído la historia con el
centro puesto en el feminismo y han discriminado lo masculino. Olvidando
también que “ser hombre” es también una construcción.
Espero que hombres y mujeres utilicemos el recurso de la deconstrucción
para recordar que lo que en un momento histórico es un recurso que libera puede
convertirse después en una trampa que limita nuestra posibilidad de ser hombres
y mujeres libres de ir constituyéndonos, dentro de los límites de nuestra
biología, en seres humanos que se relacionan en el legitimar la diferencia del
otro con respecto a mí y mi diferencia
con respecto al otro.
Ojala el movimiento feminista nos acerque a que comprendamos que somos
humanos en convivencia en un momento de la eternidad y que no se convierta en
una venganza contra los hombres.
Termino con esta idea: “En una cárcel esta igual de encerrado el preso
que el custodio”. Si las mujeres se vuelven dominadoras del hombre tampoco
encontrarán ahí su libertad. Y los hombres que han sido y son custodios de las
mujeres, se perdieron y pierden de la posibilidad que hoy tenemos de convivir
en el amor y gozar de una perspectiva distinta de lo que es existir.
Trabajos citados
Adovasio,
J., & Soffer, O. (2008). El Sexo Invisible: El Verdadero Rol de las
Mujeres en la prehistoria. . Lumen .
Powell, J. (1997). Derridá para Principiantes. Buenos Aires: Era
Naciente SRL.
Comentarios