¿PENSAR POSITIVO? ¿IGNORAR LO NEGATIVO?
M. CARLOS ÁVILA PIZZUTO
PSICOTERAPEUTA
Sólo lo positivo
¡Llena de tu mente de pensamiento positivo!
¡Ignora los noticieros!
¡Apaga las telenovelas!
¡Lee libros de millonarios!
¡Aléjate de aquellos que te critican!
¿Pagarán ellos tus cuentas?
¡Rodéate sólo de quien te ve como un campeón!
Pero...
¡Sin peros!
Es que no puedo...
¿No puedes o no quieres?
¡Querer es poder!
…Esto no me gusta...
¡Ignora lo que no te gusta y enfócate en lo que quieres!
¡Los grande millonarios lo saben!
¡Se un rinoceronte, cargando a tu meta!
¡Nadie te detiene!
Mi piel no es tan gruesa, se lastima...
¿Ya leíste tu pergamino?
¿Ya escuchaste tus historias de éxito?
¿Ya estás prendido de entusiasmo?
Sí, si tú lo dices.
Pero...
No me va bien...
¡No te va bien porque no estás pensando en éxito!
¡Imagínalo tuyo y es tuyo!
Tengo miedo...
Estoy tiste...
Me enojo...
¡Aquí no hay lugar para tus lloriqueos!
¡Eres valiente, estás feliz y lleno de entusiasmo! ¡Repítelo!
Lo repito... soy valiente, estoy feliz, lleno de entusiasmo, soy rico, soy exitoso.
¿Así está bien?
¡Muy bien!
Bueno, mentiré para ti.
Tengo ganas de compartir mi proceso de irme haciendo psicoterapeuta y no sé, quizá a alguna persona joven que quiera ser psicoterapeuta o una no tan joven pero que igual quiera empezar este camino, mis reflexiones le pueden ayudar. También tengo ganas de ir conociendo las historias de colegas que quieran compartir su camino conmigo y con quienes quieran leernos.
Parte del "sistema de capacitación Yager", que me explicaron era la clave del éxito, era leer libros que me ayudaran a desarrollar un pensamiento positivo, a aumentar mi autoestima y a vivir con un propósito; escuchar testimonios de éxito y grabaciones de sesiones de mentoreo; y asistir a seminarios y congresos con esos mentores y algunos autores de libros motivacionales.
Todo parecía miel sobre hojuelas.
¡No fue así!
AMWAY me puso de frente con algo que no había dimensionado en mí de manera suficiente, a decir: Mi enorme miedo. Miedo a no hacer algo de mi vida, miedo a no ser suficiente para que alguien quisiera amarme, miedo a no tener dinero para enfrentar una crisis, miedo a molestar a otros, miedo a ser juzgado, miedo a estar equivocado, miedo a la incertidumbre y a no sé cuantas cosas más.
Una imagen tormentosa en mis recuerdos de esa época es tener la lista de posibles prospectos para el negocio, sus números de teléfono, el aparato telefónico frente a mí, mi lista de seguimiento, mi agenda "Yager" para anotar las citas que se fueran dando y que tenía el guion "Yager" para lidiar con las objeciones y el "Patrón del Éxito" para el negocio AMWAY. Todo esta listo para hacer las llamadas, mi mano tiembla, mi corazón late fuerte, el teléfono suena, espero que me contesten, espero que no me contesten, no contestan, vuelvo a respirar y a buscar el valor de marcar otro número ¡Me moría de miedo! Me fumo un cigarro, leo unos párrafos de algo escrito por Og Mandino, Napoleon Hill, George Clason, Andrew Matthews, Scott Alexander y vuelvo a intentar.
La confesión más vergonzosa sería que a veces sí me contestaban y yo colgaba ¡Tenía tanto miedo!
¡Tenía tanto miedo!
Pero si iba con Erik, con Javier, con Max o con Joselo (los mentores de la línea de auspicio) para hablarles de mi miedo, me devolvían el sagrado mandamiento de no pienses negativo, el miedo es pensamiento negativo, piensa positivo, detrás de cincuenta noes viene un sí, mantente dándole, evita la parálisis del análisis.
Había algo aún más peligroso...
Si se notaba algo turbio entre la gente del negocio, se aplicaba el mismo principio: ignorar los negativos, enfócate en lo positivo, no se llega lejos mirando lo que otros hacen, enfócate en tu éxito. Ignora los rumores al rededor la muerte de Iván Morales (Líder del negocio) y de Luis Costa (Líder del negocio); ignora que ya no hablamos de Carmen, la esposa de Carlos Marín (Líder del negocio); ignora que estos o aquellos ya no están en nuestros seminarios y están en los seminarios de alguien más. Cierra los ojos. No veas, no busques en internet porque quizá descubras que hablan de "culto" de "fraude", no pienses más que en el dinero que puedes ganar...
La crisis de 1994 y un impulso feroz por disfrutar mi juventud me sacaron del negocio por ahí del 97, no gané dinero, gané enemigos, gané el conocimiento de que por reconocimiento y seguridad soy capaz de ser un mentiroso y un potencial delincuente, y salí con una promeso hacía mí de no maltratarme tanto. A veces, la he cumplido, otras veces, no.
Algo que creo que aprendí bien es que mirar solo el lado positivo (amable, saludable, esperanzado, placentero) de las cosas, se lanza una enorme sombra de negativo (violento, enfermo, vacío y doloroso). Que esa sombra permite actuar en la impunidad partes de mi personalidad corruptas y permite, que ante nuestros ojos, otras personas hambrientas de éxito, dinero, poder, sexo actúen sin ética, ni responsabilidad, protegidos bajo la oscuridad que dicha sombra proyecta.
En mí, años de solo decir cosas "positivas" estuvo detrás de que mi ya gran miedo, se volviera pavor. Pavor de ser yo, de sentir lo que sentía, de pensar lo que pensaba porque me sentía siempre observado por el gran hermano que exigía de mi una sonrisa.
Escribir de esto me conecta con mi primera clase de Enfoque Centrado en Persona, el método de terapia de Carl Rogers. La maestra era Carola Diduch en el Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt de Satélite, corría el año 1999. Carola nos pidió que hiciéramos unas máscaras de papel y dejáramos solo espacio para los ojos. Creo que la clase se trataba de explorar qué impresión quisieramos dejar en los otros y cómo una relación de confianza va dejando emerger aquello que se esconde detrás de la máscara. Después de caminar por el salón con las mascaras puestas mirando a las demás personas, se nos pedía que compartiéramos cómo había sido la experiencia de ser visto y ver, a través de la máscara. Yo no sabía cómo me había sentido pero sabía, gracias a mi entrenamiento en AMWAY qué debía decir: "Fue emociónate, me sentí muy bien, lo disfruté," esas serían, suponía, las respuestas correctas. Pero para mi sorpresa, la primera persona en hablar dijo que sentía mucho miedo de vernos a través de máscaras. Yo pensé - ¡Tonta no digas eso, te regañará Carola! - Pero Carola no la regañó. Por el contrario le agradeció su honestidad. Luego una chica dijo que mis ojos le resultaban amenazantes y al salir de clase, Carola se acercó a mí y me dijo: "Hombre de mirada penetrante, tú mira como miras y que ellas sientan lo que tengan que sentir." Fue un regalo hermoso.
Ahora, cuando me encuentro personas tan "positivas" en grupos de coaching, seguidores de El Secreto, la Ley de Atracción, etcétera. Me imagino gente como yo, buscando certezas, buscando seguridad, buscando sentirse en casa en un mundo dificil. Y me imagino también: ¿Qué hay en la sombra? ¿Hay dolor escondido en el patio trasero, hay abusos ocultos, hay miedo, cuántas ganas habrá de poder decir que no todo está habrá?
He estado siguiendo la serie The Vow de HBO, donde se comparte algo de lo que escondía en la sombra NXIVM un esquema piramidal de desarrollo humano para personas de élite. En ella se deja ver que la la gente no puede entender que un grupo de mujeres inteligentes se rebajen hasta ser "herradas" como ganado con las iniciales del fundador sin haber puesto limites a tiempo. Les comparto, que en esas estructuras, la manipulación es tan sutil, tan llena de optimismo, de positividad y tan cargada de buenas intenciones, que los límites se van perdiendo hasta que algún depredador abusa de esa buena voluntad y confianza.
A veces el espacio de terapia es tan cálido, tan seguro, tan confiable, que las barreras y corazas se dejan caer o se relajan y es nuestra tarea como terapeutas protegernos de la seducción que representa estar frente a alguien totalmente vulnerable que creería cualquier cosa que le digamos, que haría cualquier cosa que le pidamos. Yo creo que revelar algo de nuestra lado no tan virtuoso con los usuarios de terapia, es una idea buena. Al menos yo no creo que el terapeuta deba ser un gurú, ni un chaman; solo otro humano experto en conversaciones y alternativas pero que no es un experto en cómo se debe vivir. Revelar que no soy sólo positivo, sino que soy un sujeto con luces y sombras, me puede quitar algo de poder para manipular, pero creo que me da más poder para ayudar sin dañar.
Hay veces que alguna persona llega a terapia defendiendo su ver la vida en tonos rosas y hay veces que llegan defendiendo su derecho a verlo todo oscuro y feo. Sin duda, la persona de tonos rosas puede ampliar su visión del mundo, como también la que ve tonos oscuros. No hay una bien y otra mal, solo son personas habitando la mitad de su potencial de experimentar la vida. A veces, ayuda enfocarse en la meta, poner la atención en lo que buscamos, creer que podemos hacer algo difícil; otras veces, ayuda reconocer el costo, el desgaste de desear tanto, el precio de no apreciar lo suficiente del ahora. Cada vida, cada momento, cada relación demanda algo único ¿Podré estar abierto a lo que trae mi cliente sin imponer pensamiento positivo como solía hacerlo y sin descalificar el pensamiento positivo por mi maña experiencia? ¿Podré reducir mi nivel de manipulación en terapia? Seguiré reflexionando.
BREVE RESUMEN EN VÍDEO
ESTA SERIE ESTÁ DEDICADA A
IRVIN YALOM
ANTES SE PÚBLICO EL ARTIFICE DONDE REFLEXIONÉ SOBRE EL LOS PROBLEMAS DE HUMILDAD EN LOS TERAPEUTAS Y EN LA CRIANZA
PUEDES CONTINUAR CON LA ENTREGA 6: EL ABRAZO AL NIÑO SOLITARIO
SI TE SIRVE COMPARTE.
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